Abatido un atacante que se atrincheró con rehenes en un cine en Alemania

Patricia Baelo BERLÍN / E. LA VOZ

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Algunos testigos identificaron al agresor como un joven, moreno, de baja estatura y que hablaba perfecto alemán

24 jun 2016 . Actualizado a las 00:27 h.

«Una cosa está clara: no hay trasfondo terrorista». Con estas palabras el portavoz de la policía de Darmstadt, Bernd Hochstädter, ponía fin ayer a una jornada de tensión, en la que una vez más se hizo evidente el estado de paranoia que reina en Alemania ante un posible atentado yihadista, tras las masacres de París, Bruselas y Orlando. Todo comenzó alrededor de las 13.00 horas, cuando un hombre enmascarado que llevaba un arma irrumpió en los multicines de Viernheim, localidad de 32.000 habitantes situada a 74 kilómetros de Fráncfort. Tras lanzar varios disparos al aire, se atrincheró en el establecimiento con algunos rehenes. 

Bastó con la primera llamada de alarma, para que las autoridades desplegaran un amplio operativo. Entre 80 y 100 policías, un comando de las fuerzas especiales y hasta un helicóptero se trasladaron al lugar de los hechos. Los agentes rodearon el cine, al que accedieron por la puerta de atrás. Un par de horas más tarde, el titular de Interior del estado de Hesse, Peter Beuth, informaba en una comparecencia de urgencia que el atacante había sido abatido. Ante la Cámara legislativa regional, Beuth justificó la actuación de las fuerzas de seguridad, alegando que temían por la vida de los rehenes, ya que el agresor, que iba «enmascarado» y sostenía un «arma de largo alcance», había disparado «cuatro veces». Aunque reconoció que aún no se sabe si el arma era real o llevaba munición de fogueo. 

Sin vínculos con el yihadismo 

Aunque aún se desconocen los motivos y la identidad del sujeto, lo que sí se sabe es que actuó en solitario y que padecía algún tipo de desequilibrio mental. «Daba la impresión de que estaba perturbado», apuntó Beuth, tratando de desdramatizar, después de que la televisión pública regional y el diario Bild informaran de que al menos 25 personas habían resultado heridas al inhalar gases lacrimógenos. Informaciones que pronto fueron desmentidas por las autoridades, que confirmaron que todos los rehenes salieron ilesos. Tampoco faltaron los rumores en torno a una mochila sospechosa. De hecho, el operativo de emergencia no se dio por finalizado hasta que se confirmó que una bolsa del atacante no contenía explosivos. 

Algunos testigos identificaron al agresor como un joven, moreno, de baja estatura y que hablaba perfecto alemán. Pero, por el momento, no son más que especulaciones. Ahora les toca el turno a la fiscalía de Darmstadt y la Oficina Criminal de Hesse, que tratarán de despejar incógnitas, como el tipo de arma que usó, para arrojar algo de luz en este episodio que, pasado el pánico inicial, se reveló como un mero suceso.