«La Eurocopa será un cementerio»

Fernando Iturribarría PARÍS / COLPISA

INTERNACIONAL

MATTHIEU ALEXANDRE | AFP

El joven que en nombre del Estado Islámico apuñaló a un agente francés y a su pareja antes de ser abatido dejó una nota con una lista de objetivos en suelo galo

15 jun 2016 . Actualizado a las 17:48 h.

«La Eurocopa será un cementerio». La amenaza es pronunciada por el yihadista francés Larossi Abballa, de 25 años, en el vídeo con el que reivindica el asesinato a cuchilladas de un matrimonio de policías el lunes en su domicilio a las afueras de París antes de ser abatido. El doble crimen, asumido por el autoproclamado Estado Islámico (EI), es el primer ataque terrorista perpetrado en Francia contra agentes del orden fuera de servicio en su intimidad familiar, una consigna impartida a los soldados del califato para extender un clima de psicosis en su seno. El autor del atentado, fichado por los servicios de información, había salido de la cárcel en septiembre del 2013 tras pasar dos años y medio en prisión por yihadismo y en febrero su teléfono fue pinchado por un juez en el marco de un sumario relativo a una red de reclutamiento hacia Siria sin que se detectaran sus planes criminales. 

El comandante de policía Jean-Baptiste Salvaing, de 42 años, jefe adjunto de la comisaría de Les Mureaux, al norte de Versalles, fue asesinado entre las ocho y las ocho y veinte de la tarde del lunes delante de la entrada de su domicilio en Magnanville. Recibió nueve puñaladas en el abdomen asestadas por su agresor al grito de Alá Akbar (Dios es grande), según los vecinos del barrio residencial de casas individuales con jardín donde vivía, que avisaron a la policía tras verlo desplomarse mortalmente herido en la calle. 

Acto seguido el yihadista entró en la vivienda y secuestró a la esposa de la víctima, Jessica Schneider, de 36 años y también funcionaria de policía, y al hijo de la pareja, Mathieu, de 3 años y medio, antes de degollar a la mujer. Larossi Abballa se filmó en el domicilio de los policías mediante la aplicación Facebook Live, que permite a los usuarios difundir en directo en su perfil vídeos grabados con teléfono móvil. 

Cuenta de Mohamed Alí

La grabación, con una duración de trece minutos y quince segundos, fue colgada en una cuenta abierta a nombre de Mohamed Alí, el exboxeador convertido al islam recientemente fallecido. Publicada a las 20.52 horas, fue enviada a un centenar de contactos. En ella se ven imágenes de los cadáveres de las víctimas y a su hijo en un sofá detrás del yihadista que dice: «No sé todavía lo que voy a hacer con él». «Para la Eurocopa os reservamos otras sorpresas, no os digo más. La Eurocopa será un cementerio», amenaza antes de llamar a «que tiemble Francia». En concreto, apela a matar a policías, funcionarios de prisiones, media docena de periodistas que cita por su nombre e incluso imanes porque «han vendido a la religión, han traicionado a Alá y a su profeta», así como a los raperos por ser «aliados de Satán». También menciona a los diputados y alcaldes pues es «fácil» ya que basta con «esperarlos delante de sus locales». «No vais a disfrutar de descanso, se os esperará delante de vuestras moradas», dice.

En el breve diálogo que mantuvo con la policía antes del asalto, Abballa precisó que había jurado lealtad al EI hacía tres semanas. También amenazó con volar la casa con explosivos en caso de intervención policial. A las doce de la noche el RAID (los geo franceses) asaltó la vivienda, abatió al yihadista, encontró el cuerpo de la mujer con una herida abierta por arma blanca en el cuello y rescató sano y salvo al niño, pero profundamente conmocionado.

Los investigadores tratan de determinar si Abballa pudo contar con complicidades en la preparación del atentado. Tres hombres de su entorno, de 27, 29 y 44 años, fueron detenidos. Uno de ellos figura entre los siete condenados con él en el juicio del 2013.

Horas después, la agencia Amaq, órgano del Estado Islámico, difundió que uno de sus combatientes había matado a la pareja de policías cerca de París. Más tarde emitió el vídeo reivindicativo.

 

La consigna del califato: «¡Maten a policías!»

A la hora del doble crimen, Larossi Abballa escribió: «Grito alto y fuerte mi lealtad al emir Abu Bakr al Bagdadi y he respondido favorablemente al llamamiento del jeque Mohamed al Adnani». Se refiere al «ministro de los atentados» que en septiembre del 2014 arengó a matar a «los soldados de los tiranos, sus fuerzas de policía y seguridad». «Si no podéis estallar una bomba o disparar una bala, arreglároslas para encontraros a solas con un infiel francés o americano y partirle el cráneo con una piedra, matadlo a cuchilladas, atropellarlo con un coche, arrojarlo desde un acantilado, envenenarlo», aleccionaba.

El fiscal jefe de París, François Molins, indicó que el asesino conocía la condición de policías de sus víctimas. La mujer trabajaba como secretaria en la comisaría de Mantes la Jolie, donde residía Abballa. También aquí había trabajado su marido hasta ser destinado en el 2014 a Les Mureaux.

Los sindicatos policiales exigieron ayer al Gobierno francés la legalización de la tenencia de sus armas reglamentarias fuera de servicio más allá del estado de emergencia prorrogado hasta la conclusión del Tour a finales de julio. Comisarios, oficiales y mandos de las fuerzas de seguridad transmitieron su inquietud por el nuevo frente abierto por el terrorismo yihadista de proximidad que supone atentar contra sus vidas y las de sus familiares en sus propios domicilios.