El moderado Larijani, reelegido presidente del parlamento iraní gracias al apoyo de reformistas

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ATTA KENARE | AFP

El martes, el ultraconservador ayatolá Ahmad Jannati, de 90 años, fue elegido presidente de la Asamblea de Expertos

29 may 2016 . Actualizado a las 22:45 h.

El conservador moderado Ali Larijani fue reelegido presidente del parlamento iraní este domingo a pesar del triunfo de los reformistas y moderados, aliados del presidente Hasan Rohani, en las elecciones legislativas de febrero.

Varios diputados del campo reformista votaron contra el líder de su propio partido, la Lista de la Esperanza, Mohamad Reza Aref, que perdió por 103 votos contra 173.

Las elecciones de febrero se consideraban como un referéndum sobre el acuerdo nuclear con las principales potencias en julio de 2015 y del levantamiento de gran parte de las sanciones internacionales contra Teherán.

Durante las legislativas, el apoyo de Larijani a este acuerdo lo mantuvo a salvo del violento debate que llevó a los detractores del pacto a perder sus escaños.

Los reformistas consiguieron entonces 133 escaños de los 290 del parlamento, por encima de las 125 bancas de los conservadores. No alcanzaron sin embargo la mayoría (146).

El resto de escaños están en manos de los independientes y de los representantes religiosos que probablemente apoyarán al presidente moderado Hasan Rohani para que pueda aprobar una reforma legislativa que fue eludida por el anterior parlamento conservador.

Varios responsables de grupos reformistas decidieron romper la disciplina de voto de su partido para apoyar a Larijani.

«Larijani puede dirigir mejor el parlamento que Aref», dijo el martes al diario Shargh Gholam Hossein Karbaschi, el líder de uno de los grupos reformistas, el Partido de la Construcción.

Elogiar al presidente

El mismo Rohani alabó el sábado el apoyo de Larijani al acuerdo nuclear en su discurso de apertura del parlamento.

«Necesitamos actuar juntos para resolver los problemas y las crisis del país», dijo, añadiendo que el triunfo de su formación en los comicios de febrero suponía un voto de confianza para terminar con las sanciones internacionales impuestas por su programa nuclear y para mejorar el nivel de vida de los iraníes.

Aunque Rohani es el presidente, el poder último en Irán sigue en manos del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, de 76 años.

En su mensaje en la sesión de apertura del parlamento, Jamenei recordó a los nuevos diputados que su deber era resistir a las «trampas» de los enemigos de Irán.

«El deber revolucionario y legal de los diputados es actuar de manera que el parlamento sea un bastión frente a las trampas y las excesivas exigencias de la arrogancia», dijo en su discurso, utilizando el término «arrogancia» en referencia a Estados Unidos.

Jamenei insistió que el acuerdo nuclear con Washington, que tuvo finalmente que aceptar, no tiene que suponer un acercamiento general hacia Occidente.

Pese al importante fracaso en las elecciones de febrero, los detractores del acuerdo nuclear todavía controlan las máximas instituciones en la República Islámica.

El martes, el ultraconservador ayatolá Ahmad Jannati, de 90 años, fue elegido presidente de la Asamblea de Expertos.

La Asamblea de Expertos está integrada exclusivamente por religiosos y tiene por funciones elegir, supervisar el trabajo y eventualmente destituir al guía supremo, máxima autoridad de la República Islámica.

Jannati preside igualmente el Consejo de Guardianes de la Constitución, que supervisa las elecciones y valida la conformidad de las leyes con la Carta magna iraní y con los preceptos del islam.