Obama honrará en Hiroshima a todas las víctimas de la guerra

Sara R. Estella PELÍN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

JIM WATSON | AFP

El objetivo es evitar que se interprete como un acto de disculpas

26 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Barack Obama está cerca de hacer un nuevo guiño a la historia, esta vez en Japón. El presidente de EE.UU. honrará «a todas las víctimas de la segunda Guerra Mundial» en su simbólica visita a Hiroshima, además de abogar por «un mundo libre de armas nucleares», según aseguró ayer ante su homólogo nipón, Shinzo Abe, en un encuentro previo a la cumbre del G7. El viernes, Obama se convertirá en el primer presidente estadounidense en activo que visita la primera ciudad que fue atacada con una bomba atómica norteamericana en 1945. Supervivientes de aquel horror compartirán espacio con ex prisioneros de guerra estadounidenses en una ceremonia en la que todos los detalles están medidos al milímetro para que no se interprete como una petición de perdón.

Obama ya adelantó en una entrevista con la televisión pública japonesa NHK que no pediría disculpas. «No, porque considero importante reconocer que en plena guerra los dirigentes deben tomar todo tipo de decisiones», explicó. Unas declaraciones que se hicieron públicas justo después de otra decisión con ecos históricos, el levantamiento total del embargo a la venta de armas a Vietnam

Cumbre del G7

Aunque la visita a Hiroshima es el plato fuerte de la estancia de Barack Obama en Japón, antes se reunirá hoy con los líderes del Grupo de los Siete en un intento por decidir una estrategia capaz de reactivar el crecimiento económico. La decisión no se presenta fácil debido a las diferentes políticas económicas de cada país. Mientras que Japón, Estados Unidos y Canadá apuestan por poner en marcha estímulos fiscales e incrementar el gasto público como palanca de crecimiento, Alemania aboga por una mayor austeridad presupuestaria.

Entre los objetivos de esta cumbre destaca también el de aprobar un plan de acción contra el terrorismo, que incluiría medidas para cortar la financiación a grupos extremistas. Además, se espera que de esta cita salga una declaración sobre la necesidad de mantener «el imperio de la ley» en el mar de China Meridional, donde la pujanza de Pekín está tensando las relaciones con sus vecinos a cuenta de las disputas territoriales.

Ese contexto geopolítico en Asia, con el creciente poderío de China y las repetidas amenazas de Corea del Norte, está estrechando aún más las relaciones entre Japón y EE.UU. Sin embargo, esa buena sintonía se ha visto empañada por las protestas de 4.000 japoneses frente la base militar estadounidense de Okinawa en la que trabajaba un exsoldado al que se acusa de asesinar y violar a una japonesa.