Idomeni comienza a vaciarse: «El objetivo es llevarse al máximo posible todos los días»

Efe ATENAS

INTERNACIONAL

Unos 42 autobuses con 2.031 refugiados partieron este martes hacia los nuevos campos de Sindos y Derveni

24 may 2016 . Actualizado a las 20:54 h.

El Gobierno griego ha completado este martes el primer día del desalojo del campamento improvisado de Idomeni, símbolo del fracaso de la política migratoria de Europa, que tras el cierre de las fronteras llegó a albergar a más de 12.000 refugiados. A las seis de la mañana empezaron a salir los primeros autocares, en una operación progresiva que el Gobierno prevé durará unos diez días. Durante toda la jornada han salido 2.031 refugiados en 42 autobuses de los cerca de 8.500 que había la pasada noche, según un portavoz gubernamental.

La operación se llevó a cabo durante todo el día, sin más criterio para extender la jornada que haya personas listas para subirse al autobús. «No hay un objetivo fijo de traslados para cada día, la meta es llevarse a un máximo posible todos los días», añadió. «Nuestro objetivo es trasladar a todos los que consigan empaquetar sus pertenencias hoy», explicó, por su parte, el portavoz del Gobierno para asuntos de refugiados, Yorgos Kyritsis.

En los últimos días ya habían sido trasladadas a estructuras organizadas unas 2.500 personas. Antes de subirse a los autobuses los refugiados han sido separados por nacionalidades y por etnias. Los traslados se hicieron a instalaciones en Sindos y Derveni, ambos en las cercanías de Salónica, en el norte de Grecia.

Se trata de dos de los siete nuevos centros de acogida que ha preparado o está ultimando el Gobierno con vistas a dar cabida a todos los refugiados de Idomeni, que a primeras horas de la mañana todavía acogía a cerca de 8.500 personas. En los centros nuevos hay una capacidad de acogida total para más de 8.000 personas.

Rodeados por unos 400 policías, fuerzas regulares y antidisturbios, los refugiados fueron recogiendo sus pertenencias y formando colas ante los autocares, que iban llegando y saliendo a medida que se llenaban. La policía había obligado ya por la noche a los medios y a los voluntarios que se encontraban en el lugar a abandonar el campamento, y tan solo permitieron a la cadena de televisión pública ERT y a la agencia de noticias griega AMNA a permanecer allí para informar sobre el curso del desalojo.

Algunos informadores aseguraron en las redes sociales que lograron esconderse en las tiendas de campaña de los refugiados para eludir la prohibición policial de continuar en el campamento. Según informó Vicky Markolefa, portavoz de Médicos Sin Fronteras en Idomeni, hasta el momento la operación se está desarrollando con calma.

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«Parece que la gente está aliviada con la evacuación», señaló Markolefa, quien explicó que las autoridades pidieron a la ONG reducir su presencia en el campamento, por lo que en estos momentos tan solo quedan ocho voluntarios en la clínica de campaña que tienen establecida allí.

La portavoz explicó que no han recibido informaciones precisas sobre el tiempo que durará la operación, pero que espera que hasta que concluya puedan volver el resto de compañeros que tuvieron que marcharse esta mañana, para poder atender las necesidades de la gente que sigue allí.

Idomeni se había convertido en los últimos meses en el destino final de los miles de migrantes y refugiados que llegaron a Grecia de tránsito hacia el norte de Europa. El 9 de marzo las fronteras quedaron selladas a cal y canto, pero ya el pasado noviembre, la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) había empezado a hacer una criba diferenciando entre los que calificaba de antemano como migrantes económicos, por ejemplo paquistaníes, iraníes o magrebíes, de los que en ese momento eran considerados como refugiados, es decir, sirios, iraquíes y afganos.

En los meses posteriores fue limitando cada vez más la entrada, excluyendo a afganos primero, y a todos los que no tuvieran los papeles en regla, incluidos sirios, en los días que precedieron al cierre definitivo.