Los islamistas de Túnez se refundan en un partido que separa política de religión

La Voz HAMMAMET / EFE

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FETHI BELAID | afp

El histórico líder Rachid Ghanuchi fomentó la reconversión del movimiento, principal fuerza en el Parlamento

23 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El movimiento islamista moderado tunecino Ennahda, principal fuerza en el Parlamento, concluyó ayer su décimo congreso convertido en un partido político, una refundación revolucionaria y pionera en le mundo árabe-musulmán. Un cambio fomentado por el binomio Rachid Ghanuchi, líder histórico del movimiento, y Abdelfatah Moro, vicepresidente del Parlamento.

Cerca de 93 % de los congresistas de Ennahda apoyaron la propuesta de refundación del grupo, que separa política de religión y se convierte así en partido político civil. Pequeños desacuerdos en los nuevos mecanismos de funcionamiento interno, en particular la fórmula para elegir los futuros comités ejecutivos, complicaron y retrasaron la clausura de su décimo congreso.

El congreso, el segundo que celebra desde el triunfo de la revolución de los jazmines -y el segundo legal- arrancó el viernes entre grandes medidas de seguridad por las amenazas a la formación y sus dirigentes de parte de grupos yihadistas de inspiración wahabí saudí. Los otros ocho se celebraron en la clandestinidad o en el exilio europeo.

Frente al celebrado en el 2013 -y que trató de ser boicoteado por los extremistas de Ansar al Sharia-, este congreso ha introducido una revolución que cambiará la esencia misma de un movimiento con gran prestigio en el resto del mundo musulmán y que en los años noventa apelaba a la lucha armada. Como explicó el viernes Ghanuchi, Ennahda romperá definitivamente con el llamado «islam político» y se asentara sobre el nuevo concepto de «islam democrático», que separa la política de la religión.

«En el ámbito de la política nos estamos convirtiendo en un partido político puro, democrático», subrayó el líder.