Escocia coloca su futuro en las manos de tres mujeres

Rita Álvarez LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

De izquierda a derecha: Nicola Sturgeon, Kezia Dugdale y Ruth Davidson
De izquierda a derecha: Nicola Sturgeon, Kezia Dugdale y Ruth Davidson

Las encuestas otorgan una holgada ventaja a la nacionalista Nicola Sturgeon en las elecciones de mañana

10 may 2016 . Actualizado a las 12:51 h.

Tras el fallido referendo del 2014 en el que Escocia no consiguió la independencia, el Partido Nacionalista Escocés (SNP) de Nicola Sturgeon busca mañana repetir la mayoría absoluta que obtuvo en las elecciones generales del año pasado, en una cita que destaca porque las tres principales candidatas son mujeres.

Sturgeon ha conseguido llegar al final de la campaña electoral como abanderada en contra de los planes anti-austeridad, frente a los recortes procedentes del partido conservador de Cameron en Londres. Sin embargo, se contradice al ser preguntada por la posibilidad de un segundo referendo independentista. Unas veces se muestra dispuesta a reclamarlo y otras más cauta, por lo que recibe críticas de «dejar la herida abierta».

Una indecisión, la suya, que intranquiliza a los británicos, más preocupados por una posible independencia de Escocia que por una hipotética salida de Londres de la UE. De hecho, el 68 % de los votantes apuntan a que una posible secesión de Escocia es su opción menos preferida. Compárese con el 32 % que señalan a la ruptura con Bruselas en el referendo del 23 de junio.

Escocia ha sido tradicionalmente terreno laborista, pero ahora el partido se conforma con luchar por mantener un segundo puesto de la mano de Kezia Dugdale. Juega con fuego, pues en las elecciones generales del año pasado, los laboristas tuvieron una actuación pésima y consiguieron solo 41 de los escaños escoceses en Westminster.

El resultado que obtenga Dugdale puede confirmar la total desconexión de los laboristas con el electorado escocés. Las encuestas muestran que les siguen muy de cerca los conservadores que lidera Ruth Davidson, pese a que el partido juega con la desventaja de ser visto con malos ojos desde la época de Margaret Thatcher.

Será por lo tanto un examen para el líder laborista Jeremy Corbyn, quien será escrutado en dos frentes a la vez, Escocia y Londres. Por el momento, las encuestas apuntan a que el SNP se quedaría con el 50% de los votos, los laboristas un 21% y los conservadores llegarían hasta el 18%. Con la victoria del SNP asegurada, este gobernará 13 años consecutivos.

Cameron no participa

Paradójicamente, Dugdale se muestra «muy optimista» en el final de la campaña, defendiendo el uso de los nuevas competencias fiscales que llegarán a Holyrood y que cifra en 3.000 millones de libras para fomentar los servicios públicos. Mientras, Davidson explica que sabe perfectamente el porcentaje que necesita para conseguir acabar segunda. Le pidió a Cameron que no vaya a hacer campaña a su territorio y lo deje en sus manos.

Razones no le faltan. Una encuesta reciente de YouGov predice que hasta 150.000 votantes que apoyaron en el referendo de 2014 a laboristas y liberaldemócratas se pasarían ahora a filas conservadoras, atraídos por su mensaje de oposición al SNP y la defensa de un país unido. Esta será la quinta vez que los escoceses elegirán la composición de su Parlamento. En total, cuatro millones de escoceses están llamados a las urnas, donde la sombra del independentista Alex Salmond todavía es palpable y se funde mañana con el carisma de Sturgeon.