La ciudad donde la mitad de los habitantes ya son sirios

laura fernández palomo AMÁN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

OZAN KOSE | Afp

En Gaziantep, la mayoría de los desplazados habitan fuera de los campamentos

23 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«En lugar de hacer turismo por un campo de refugiados desinfectado, los líderes de la UE deberían mirar por encima del muro fronterizo de Turquía para ver los cientos de miles de tiendas de los agotados de la guerra que están bloqueados en la otra parte [Siria]. Y luego ir a los centros de detención donde los deportados de Grecia permanecen incomunicados», reprochó ayer Judith Sunderland de Human Rights Watch la visita de la legación europea hoy a Turquía.

Las criticas sugieren que la visita no ayudará a conocer a los europeos las consecuencias del acuerdo entre Bruselas y Ankara que ha propiciado tanto el cierre de la frontera turco siria, donde se agolpan 100.000 desplazados por el aumento por la violencia, como la devolución de 325 personas, de las que se desconoce su situación legal en una ubicación a cientos de kilómetros de donde estará Merkel.

Su llegada se esperaba el pasado 16 de abril en la localidad de Kilis, en la región de Gaziantep, fronteriza con Siria. Merkel tenía previsto visitar una ciudad en la que más de la mitad de sus residentes son sirios, sin contar los campos de refugiados en sus proximidades. Pero aquella semana cayeron varios misiles en el centro de la localidad desde el otro lado de la frontera provocando varios heridos y Berlín aclaró que no había programado ningún viaje. No estaba claro si fue cancelación o aplazamiento hasta que ayer se confirmó la elección de la región de Gaziantep, sin especificar localización, con una agenda que prevé el acceso a algún campo, aunque la mayoría de los refugiados habitan fuera de ellos, y a un centro de protección de la infancia financiado por la cooperación comunitaria. Los europeos creen encarrilada la crisis dado el drástico descenso de llegadas a Grecia, desde los 26.878 en las tres semanas anteriores al acuerdo hasta los 5.874, aunque en los últimos días han aumentado las salidas de barcas desde las costas turcas.

Turquía aguarda con impaciencia la llegada para evaluar el compromiso en el avance del acuerdo, que le reportará 6.000 millones de euros y la eliminación de los visados a los turcos a partir de junio. De no cumplirse, «nadie puede esperar que Turquía se adhiera a sus compromisos», advirtió el hoy anfitrión, el primer ministro Davutoglu.