Rusia da un golpe de efecto y anuncia que retira parte de sus tropas de Siria

Laura Fernández Palomo AMÁN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

AMER ALMOHIBANY | AFP

El repliegue coincide con la reanudación de diálogo de paz y el quinto año de conflicto

15 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Las Fuerzas Armadas han cumplido con su tarea», argumentó ayer el presidente Vladimir Putin, para ordenar sorpresivamente el repliegue de las tropas rusas de Siria el día de la reanudación de las negociaciones en Ginebra para poner fin a la guerra. Hace seis meses, el Kremlin inició su intervención con el argumento de derrotar al Estado Islámico (EI), pero sobre todo contribuyó a que el régimen de Bachar al Asad recuperara un amplio territorio del control de los rebeldes. Una ofensiva que en febrero se intensificó provocando la suspensión del proceso de paz. La retirada de «la mayor parte» de las fuerzas rusas se iniciará hoy, 15 de marzo, quinto aniversario del estallido de una revuelta popular que derivó en una guerra que se ha cobrado más de 270.000 vidas.

El repliegue será parcial. Moscú mantendrá la presencia militar en el puerto de Tartús, la única base naval que tiene en Oriente Medio, y en la base aérea de Jemeim. La retirada permitirá avanzar en la solución política, aseveró Putin. No está claro dónde cola ese mensaje a Al Asad. En parte parece tener el efecto de aumentar la presión sobre Damasco para llegar a una solución diplomática del conflicto. EE.UU. mostró prudencia: «Tendremos que ver cuáles son las intenciones exactas de Rusia», manifestó un portavoz de la Casa Blanca. El presidente ruso, por su parte, se comprometió a tener un papel más activo en las negociaciones.

Rusia dispuso sus cazas, bombarderos, submarinos, buques de guerra y misiles antiaéreos a petición de Bachar al Asad, que ayer fue informado por Putin de su «decisión unilateral», según destacó el portavoz del Kremlin. Lo cierto, es que según las organizaciones de derechos humanos solo un 80 % de los ataques rusos cayeron sobre el EI y en recuento del Centro de Documentación de Violaciones sirio (VCD) los bombardeos terminaron con la vida de 1.660 civiles, entre ellos 400 menores.

El mayor grupo opositor, Comité Superior de Negociación, valoró positivamente la decisión pero reaccionó con cautela. «Nadie sabe lo que tiene Putin en la cabeza», apuntó un portavoz.

El mediador de la ONU, Steffan de Mistura, quiere aprovechar la actual tregua para avanzar en el calendario político, porque «el único plan B posible es la vuelta a la guerra e incluso a una guerra peor». El escollo sigue siendo la permanencia de Al Asad en el poder. El régimen insiste en que es una «línea roja», mientras que la oposición exige su salida «vivo o muerto». El gesto ruso podría traer cambios significativos.

La actual ronda de negociaciones, que durará dos semanas, debe asentar las bases para iniciar la transición hacia unas elecciones en 18 meses. De Mistura echará mano de EE.UU. y Rusia si hay problemas. «Si vemos que en los próximos días no hay avances, volveremos a recurrir a aquellos que tienen influencia», declaró.

La generación de la guerra

El sexto año de conflicto comienza con otro demoledor informe sobre las consecuencias de la guerra. Unicef denuncia que uno de cada tres niños sirios solo ha conocido la guerra recuerda. 3,7 millones han nacido en este lustro, lo que significa que han crecido en un contexto «de violencia, miedo y desarraigo». 151.000 han llegado al mundo como refugiados en los países de acogida.

La agencia de la ONU estima que 10.000 menores han fallecido, ocho millones necesitan asistencia y más de 200.000 viven bajo asedio.