La oposición venezolana aprueba la ley de amnistía

PEDRO GARCÍA OTERO CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

MIGUEL GUTIERREZ | Efe

Maduro sustituye al ministro de Economía, nombrado hace un mes

17 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Utilizando su amplia mayoría, la oposición venezolana aprobó ayer en primera lectura en la Asamblea Nacional el proyecto de Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional, que incluye todos los casos de prisión y persecución política registrados desde 1999 y que se espera libere al líder opositor Leopoldo López.

Ya antes de entrar en el Parlamento, la ley nacía como un nuevo capítulo de conflicto con el Gobierno, porque se da por descontado que Nicolás Maduro la vetará y que el Tribunal Supremo, controlado por el chavismo, la declarará inconstitucional, no se adivina con qué argumentos, toda vez que es la propia Constitución la que autoriza al legislativo a conceder amnistías.

La bancada del chavismo, que integran un tercio de los diputados, es «aún sin aprobación», la de rechazar la ley, que rebautizaron «Ley de Amnesia Criminal», porque «las amnistías tienen que ser un proceso en el que se privilegie a las víctimas y no a los culpables». El canal de televisión estatal VTV retiró una encuesta realizada a través de sus redes sociales en la que más del 80 % de los participantes, a pesar de la campaña del Gobierno, eran favorables a la amnistía.

Aunque según la oposición favorecerá a miles de personas, incluidos los perseguidos tras el breve golpe de Estado que depuso a Hugo Chávez en el 2002, el principal beneficiado será López, en estos momento el líder más popular del país, mientras que la aceptación la de Maduro, según sondeos aún no publicados, alcanza apenas el 12 %.

En su defensa de la ley, el diputado opositor José Luis Pirela recomendó a la bancada chavista apoyarla porque «en algún momento ustedes tendrán que pedir también una amnistía [...], pronto habrá dirigentes chavistas encarcelados». «Y no estoy amenazando a nadie», concluyó.

El Parlamento aprobará una ley para restituir o entregar en concesión unas 1.200 empresas y tierras expropiadas por el chavismo e impulsar la producción nacional. El diputado opositor Julio Borges, promotor de la iniciativa, explicó que la iniciativa busca dar un «vuelco radical» al «fracasado» modelo estatalista que rige en Venezuela.

Un cambio rápido

Maduro sigue deshojando la margarita de las medidas económicas que tendrá que tomar, en medio de una aguda crisis y de voces que piden que renuncie incluso desde sus aliados. El mandatario oficialmente aceptó la dimisión, aunque se rumorea que lo destituyó, del ministro de Economía, Luis Salas, apenas un mes después de nombrarlo, y designó para sustituirlo lugar a Miguel Pérez, el ministro de Industria.

Salas, un sociólogo que afirma que la inflación «no existe», no llegó a promulgar un solo decreto. Aunque lado los economistas aplaudieron la salida de Salas y la elección de Pérez, más cercano a los empresarios, calificaron a Maduro de errático y de no tener claras las medidas que debe tomar para afrontar la crisis.