Peña Nieto afronta el escándalo de la nulidad de su segundo matrimonio

Milagros L. de Guereño / Colpisa LA HABANA

INTERNACIONAL

EFE

La institución encabezada por el cardenal Norberto Rivera se las arregló para anular en el 2009 el matrimonio de la actriz con el productor de telenovelas José Alberto Castro rompiendo varios reglamentos de la Iglesia católica

11 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los escándalos no dan respiro a la pareja formada por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y su segunda esposa, Angélica Rivera, conocida por la telenovela La Gaviota. El último, a días de la llegada del papa Francisco, la revelación de que su enlace eclesiástico se basó en una farsa de la Archidiócesis Primada de México. La institución encabezada por el cardenal Norberto Rivera se las arregló para anular en el 2009 el matrimonio de la actriz con el productor de telenovelas José Alberto Castro rompiendo varios reglamentos de la Iglesia católica. ¡Casi nada!

El entuerto lo ha revelado una investigación de la revista Proceso y la periodista Carmen Aristegui. La trama es más propia de uno de los culebrones que Rivera protagonizaba que de una boda de alto copete, de la que siempre se comentó que era un montaje para ayudar al entonces gobernador del estado de México a llegar a la presidencia de la nación.

El plan funcionó y Peña llegó a Los Pinos con La Gaviota colgada del brazo. Pero después todo han sido disgustos. A ver qué cara le ponen al santo padre durante su visita oficial que empieza este jueves. Y más sabiendo que Bergoglio está al tanto de la historia en la versión del padre José Luis Salinas, el clérigo, que falleció de cáncer a fines del 2015, pero pudo enviarle una carta con los detalles.

Las nupcias entre Angélica y Castro se celebraron en el 2004, el 2 de diciembre, en la iglesia de Nuestra Señora de Fátima de la colonia Roma. Fue un evento íntimo santificado por el párroco, Ramón García López. El día 11 celebraron el enlace con la familia, en una ceremonia en Acapulco que ofició Salinas, conocido como el sacerdote de las estrellas.

Después llegó la fama para la artista, que se convirtió en imagen del estado de México. En el 2008 anunció el divorcio civil y Peña Nieto admitía que eran novios. Al año siguiente llegó el proceso exprés para anular el matrimonio: la actriz aludió a la boda playera, que la Iglesia no admite, para justificar la anulación. En tres meses el vínculo eclesiástico quedó disuelto.

Rehabilitado por la Rota

Según el reportaje, la archidiócesis validó una anulación indebida del matrimonio de Rivera-Castro para posibilitar las nupcias de la actriz con Peña Nieto e inhabilitó al padre Salinas. Este reclamó durante dos años hasta que el Tribunal de la Rota le dio la razón y lo rehabilitó. Calificó la anulación como un «craso simulacro de justicia» y declaró que la primera sentencia era nula.

Si el trámite se basó en un fraude, sería inexistente el enlace de la pareja presidencial celebrado en noviembre del 2010. La publicación pone en duda la boda entre Peña Nieto y Rivera, que, según los documentos eclesiásticos, no estarían casados.