La imagen de un bebé asesinado estremece a un país que ya no se estremece por nada

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Una pareja joven cayó acribillada en medio de la calle junto con su hijo de tan solo siete meses, en circunstancias que todavía distan de estar claras

05 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«¿Podemos imaginar algo más injusto que un asesinato a sangre fría de una familia que carga a su bebé en brazos?» La alerta del intelectual mexicano Octavio Martínez Michel fue como una pedrada contra la indiferencia que causan en México las noticias de índole criminal causadas por bandas de narcos.

Ocurrió el viernes pasado en una zona céntrica de Oaxaca, cuando una pareja joven cayó acribillada en medio de la calle en circunstancias que todavía distan de estar claras. Junto a ellos también fue asesinado su hijo de siete meses. Un inocente llamado Marcos Miguel Pano Colon. Su fotografía ha estremecido a un país que ya no se estremece por nada, convirtiéndose casi al instante en un símbolo de la lucha contra la violencia rampante que ahoga el país, igual que la de Aylan, el niño sirio ahogado en el Mediterráneo, supuso un aldabonazo sobre la situación de los refugiados.

Las versiones sobre el triple asesinato son todavía contradictorias. Según unas fuentes, se trató de un ajuste de cuentas: los padres del bebé [Juan Alberto Pano Ramos, de 24 años, y Alba Isabel Colón de 17] traficaban para un grupo narco que disputa el territorio a los responsables del crimen y cuyo jefe había sido abatido unas horas antes. Versiones posteriores indicaron, sin embargo, que la familia solo estaba en el lugar menos indicado en el momento menos apropiado. La verdad se descubrirá antes o después, pero no devolverá la vida al pequeño. Marcos ha empezado a ser ya para muchos el «Aylan» de Oaxaca.