Los griegos dan la espalda a Alexis Tsipras

Darío Menor ROMA / COLPISA

INTERNACIONAL

ANGELOS TZORTZINIS | afp

Consideran decepcionante el balance del primer año del Gobierno de izquierdas. El nuevo líder conservador supera en popularidad al primer ministro, 35 % frente a 23 %

02 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Alexis Tsipras tiene una estupenda opinión de sí mismo. No solo se considera el tipo que está cambiando la historia de Grecia, sino de toda la Unión Europea. Su llegada al poder hace un año fue, a su juicio, solo el preludio de la ola izquierdista que empieza a verse por Europa. Portugal ya ha seguido ese camino y está convencido de que la siguiente nación en tener un Gobierno de unidad de «fuerzas progresistas» va a ser España. Lo dijo así de claro en un acto multitudinario de su partido celebrado el 24 de enero para conmemorar los doce meses transcurridos desde la victoria electoral de Syriza.

«Europa ya no es la misma», se jactó Tsipras, asegurando que su lucha contra la austeridad impuesta por Bruselas empieza a dar ya sus frutos en toda la UE. «Asumimos responsabilidades no solo para el pueblo griego sino para todos los pueblos de Europa». Las celebraciones por el aniversario en el poder llegaron acompañadas de una buena noticia: Standard & Poor?s subió hace unos días un escalón la nota de la deuda griega. Pasó de CCC+ a B, reflejando así su menor temor a que se produzca una bancarrota. Tsipras defiende la decisión de más calado que ha tomado: la firma del tercer rescate y la consecuente negativa a que Atenas saliera del euro, el llamado grexit. Para algunos, aquella postura fue una muestra de que Syriza abandonaba el terreno de la utopía para fajarse con la realidad. Para otros, fue la representación de que la izquierda «vendía su alma a cambio del poder», como dice Costas Lapavitsas, profesor en la Universidad de Londres y antiguo compañero de filas de Tsipras. El proceso vivido por el partido de Tsipras en este año en el poder ha sido ya bautizado como pasokización, por la renuncia a las políticas más izquierdistas, el triunfo del oficialismo y la búsqueda de un compromiso con Bruselas. Es un camino que ya holló el Pasok, el histórico partido socialista heleno, y que le acabó costando la irrelevancia política. En este viraje, Syriza ha perdido por el camino a su ala más revolucionaria. Mantiene, de momento, una precaria mayoría de tres escaños en el Parlamento fruto de su coalición con Griegos Independientes.

La elección hace dos semanas de Kyriakos Mitsotakis como líder de la derechista Nueva Democracia (ND) arroja una nueva sombra sobre Tsipras, como muestran los sondeos. Si se acudiera ahora a las urnas, ND se situaría entre uno y tres puntos por encima de Syriza. En las últimas elecciones, quedó siete por debajo.

Con su nuevo líder, la derecha parece ofrecer una alternativa atractiva a Syriza. En el primer debate parlamentario entre Tsipras y Mitsotakis saltaron chispas a cuenta de la reforma de las pensiones promovida por el Gobierno, que ha sacado a las calles a agricultores y autónomos. Una de los sondeos más recientes muestra que el 85 % de los griegos están insatisfechos con el funcionamiento del Gobierno. La desafección cunde incluso entre los votantes de Syriza: un 71 % de ellos dicen estar decepcionados con las políticas de Tsipras. Mitsotakis ya le supera en popularidad: un 35 % de respaldo frente al 23 % del primer ministro.

Segunda semana de paros contra la reforma de las pensiones

«Tsipras nos ha mentido. Nos ha puesto más impuestos que todos los otros juntos», se quejó Yiorgos Kostakiopoulos, productor de algodón que participó en una de las múltiples manifestaciones de la semana pasada contra el Gobierno. Ayer se iniciaba la segunda semana de protestas contra la reforma de las pensiones y la subida de impuestos por parte del Gobierno. Es la movilización social que se encontrarán los acreedoras internacionales llegados para realizar la primera revisión del tercer rescate.

Los agricultores bloquearon ya ayer con sus tractores la autovía que une Atenas y Salónica. Hoy el transporte público de Atenas parará cinco horas. Pero para el jueves está convocada una de las mayores huelgas de los últimos años, en la que participarán también los empleados públicos, los marineros y los taxistas.