El espectáculo más caro del mundo

Victoria toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

MARK KAUZLARICH | REUTERS

Llegar a presidente de EE.UU. cuesta hasta cientos de millones a los candidatos, que diversifican sus fuentes de financiación

02 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El espectáculo más caro del mundo, las elecciones presidenciales estadounidenses. Las cantidades de dinero que se gastan son gigantescas. Las de este 2016 van a batir todos los récords: 4.500 millones de dólares (4.150 millones de euros).

No todos los candidatos pueden gastarse lo mismo, y en estas elecciones las diferencias son más significativas que nunca. Ni todos obtienen su dinero de la misma forma, aunque sí se va a repetir que, independientemente de cómo hayan captado sus fondos hasta ahora, los resultados de la votación de Iowa marcarán a partir de hoy el destino del dinero de los donantes.

En esto de los circos electorales, los partidos españoles no resisten ni de lejos la menor comparación con las cifras de EE.UU. Las del 20-D costaron alrededor de 30 millones de euros, un 0,75 % de las estadounidenses. En lo que sí empiezan a parecerse, en cambio, es en una de las fórmulas de recaudación: las pequeñas donaciones, un sistema empleado por Podemos en las dos últimas citas electorales.

El primero que comenzó a usarlas fue Obama, en el 2008, pero este año ya son dos los candidatos que obtienen todos sus fondos, o buena parte de ellos, por este sistema. Uno es el demócrata Bernie Sanders, que se opone a los super-PAC, esas organizaciones paralelas que consiguen dinero para un candidato sin límites legales en cuanto a la cantidad que pueden recibir de empresas o particulares. También le está funcionando bastante bien al republicano Ted Cruz, que cuenta con una buena base de pequeños donantes, aunque el texano no hace ascos a las jugosas aportaciones de los super-PAC que lo apoyan.

Tampoco falta en esta cita electoral un innovador, Donald Trump. Al magnate neoyorquino no le hacen falta ni pequeños donantes ni super-PAC. Su única fuente de financiación es su propia fortuna, de la que hasta ahora ha extraído 11 millones. Eso sí, les ha mostrado a sus rivales cómo sacarles mucho más rendimiento: obteniendo con el aderezo de su tono provocador buenas dosis de publicidad gratuita. Ayer, por ejemplo, consiguió otra cuota de atención gratis con la ayuda de la cantante Adele, que emitió un comunicado para afirmar que no había autorizado al multimillonario a utilizar una de sus canciones en un mitin en Carolina del Sur.

La que tampoco tiene problemas para llenar su cuenta es Hillary Clinton, que ya ha recibido 112 millones. Aunque a la exsecretaria de Estado algunas de esas donaciones, las que provienen de grandes empresas de Wall Street, podrían traerle complicaciones. Sanders ya ha empezado a atacarla, pero si Clinton llegara a ser nominada por su partido, la presión que el candidato republicano hará sobre ella por este motivo y por el origen de los fondos de la Fundación Clinton, que dirige su marido, va a ser inmensa.

El resto está a mucha distancia de Clinton. Jeb Bush logró superarla en la primera mitad del año pasado, pero su desastrosa campaña hizo huir a los donantes. Marco Rubio consiguió, por el contrario, atraer a los más potentes al final del 2015, pero se ha gastado ya las tres cuartas partes, por lo que para él el resultado de Iowa es crucial. Y es que a partir de hoy eso es lo único que cuenta, los resultados, también para los donantes que ya no apuestan su dinero a las encuestas, sino a los votos obtenidos.