Estalla el temido choque de poderes en Venezuela

pedro garcía otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

EFE

El chavismo pide al Supremo que anule las decisiones que tome el Parlamento

08 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El primer conflicto entre el poder legislativo, controlado por la oposición, y el ejecutivo y el judicial, dominados por el chavismo no tardó ni 48 horas en explotar.

Un grupo de diputados de la fracción minoritaria de la Asamblea Nacional, liderados por el parlamentario Pedro Carreño, denunciaron la existencia de un «golpe de Estado legislativo burgués en marcha». En la denuncia ante el Tribunal Supremo de Justicia piden que este declare la nulidad de cualquier decisión que tome la nueva Asamblea Nacional mientras en ella continúen interviniendo los tres diputados suspendidos cautelarmente, que juraron ayer, en la primera sesión ordinaria, sus cargos ignorando la sentencia del alto tribunal. «Esta directiva hizo caso omiso a la sentencia. Tratan de justificar el desafuero y la locura», dijo Carreño a un pequeño grupo de seguidores que acompañaron a la comisión parlamentaria a presentar denuncia.

La bancada opositora en el Parlamento inició ya el miércoles, por su parte, un debate sobre la designación de 13 magistrados titulares y 21 suplentes del Supremo en plena Navidad. El procedimiento de designación fue muy criticado incluso desde instancias académicas por apresurado» y el denominado Bloque Constitucional, que agrupa a decanos de facultades de derecho y exmagistrados del propio Supremo, pidió a la Asamblea que revoque el acto del nombramiento, solicitud que evaluará la mayoría parlamentaria.

El presidente, Nicolás Maduro, terció en la disputa y el miércoles de noche afirmó que «el pueblo debe rebelarse» contra las decisiones de la Asamblea. La minoría chavista, que ya se había retirado en bloque del Parlamento el día de la toma de posesión de la nueva directiva, volvió a hacerlo, esta vez parcialmente, en la primera sesión ordinaria.

«Sabemos lo que hacemos»

La oposición parece ser consciente de que se avecina una tormenta, pero no parece preocuparse. El presidente de la Asamblea Nacional y principal dirigente del partido Acción Democrática, Henry Ramos Allup, afirmó: «Nosotros no vamos a enseñar la baraja [?]. El Tribunal que haga lo que le parezca, nosotros sabemos lo que estamos haciendo». Ramos Allup ñadió que «la Asamblea no pasa por el tamiz de ningún otro poder» y agregó que la mayoría opositora «rechazará o aprobará los proyectos que vengan del Ejecutivo dependiendo de si son provechosos o no».

El oficialismo desata una guerra de fotos gigantes en las calles

Cuando Maduro ordenó a sus partidarios «rebelarse» frente a la Asamblea Nacional, se refería, además de a la toma de posesión de los diputados suspendidos por el Supremo, a la orden de retirar varias gigantografías y cuadros de Hugo Chávez que el anterior Parlamento chavista tenía en el Palacio Legislativo. Ayer mismo estaba previsto el comienzo de un «acto de desagravio» a Bolívar y Chávez anunciado por el presidente venezolano.

Ramos ordenó a trabajadores de la Asamblea retirar las imágenes y «dejar solo el retrato clásico del Libertador [Simón Bolívar]», que choca con la imagen, realizada a partir de un estudio antropológico que incluyó su exhumación, que el chavismo forjó del héroe.

Ayer, Jorge Rodríguez, alcalde del municipio Libertador de Caracas, anunció que llenaría la capital «con fotos de Chávez y Bolívar», lo que se convirtió de inmediato en la principal tendencia en Twitter. Una andanada de críticas le pedían que se ocupara de solucionar los problemas de suciedad y seguridad de la ciudad.