Abatido un hombre que atacó una comisaría en el norte de París

Alexandra Fernández PARÍS / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Lois Balado

El hombre, que llevaba un arma blanca y un falso cinturón de explosivos sujeto al cuerpo, trató de entrar en la comisaría al grito de «Alá es grande»

08 ene 2016 . Actualizado a las 08:06 h.

A la misma hora en que hace un año se produjo el asalto terrorista a la revista satírica Charlie Hebdo, la alarma terrorista volvió a saltar en París. Un hombre armado con un cuchillo de carnicero y un falso cinturón de explosivos fue abatido a tiros por la policía tras intentar atacar una comisaría de París al grito de «Alá es grande». El nuevo ataque yihadista volvió a dejar patente que el peligro sigue latente, a menos de dos meses de los 130 muertos en las terrazas parisinas y en el Bataclan.

En el bolsillo de la trenca del asaltante abatido se encontró un teléfono móvil y un papel en el que aparece un tosco dibujo de la bandera negra del Daesh (acrónimo del Estado Islámico) y una «reivindicación manuscrita inequívoca» en árabe, explicó el fiscal de París, François Molins. Según recogen medios franceses de fuentes cercanas a la investigación, el atacante dejó escrito que había jurado lealtad al líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi, y que su acto era para «vengar a los muertos de Siria».

No portaba ninguna documentación, pero fue identificado a través del fichero automatizado de huellas dactilares. Coinciden con las de un marroquí nacido hace 20 años en Casablanca, sin domicilio fijo, que fue fichado por robo en la Costa Azul francesa en el 2013. Sin embargo, su nombre, Sallah Alí, no es el mismo con el que firma su reivindicación. Ninguna de esas identidades están en los ficheros de los servicios antiterroristas.

A las 11.30 horas, en el minuto exacto del inicio de la masacre en Charlie Hebdo, el joven intentó agredir con un cuchillo a un policía que hacia guardia en la entrada de la comisaría de la calle Goutte d?Or, en el barrio multiétnico de Barbès, en el distrito 18 de París. Los agentes respondieron disparando contra él entre tres o cuatro tiros, según los medios. Algunos testigos cuestionaron la explicación oficial, rechazando que el policía actuara en defensa propia.

Tendido en la acera

El cuerpo quedó tendido en la acera durante más de una hora, hasta que los artificieros comprobaron que una pequeña bolsa que llevaba pegada con cinta adhesiva bajo la trenca y del que caía un cable no contenía explosivos.

El tiroteo provocó la alerta en Goutte d?Or. La policía acordonó la zona, se cerró la estación de metro de Barbès-Rochechouart, todos los comercios bajaron las persianas y se prohibió la salida de los alumnos de colegios cercanos. Cuatro horas después el barrio recobró la normalidad.

El multicultural Barbès, al igual que el distrito financiero de La Defensa, fue mencionado como objetivo de los yihadistas del 13N. El ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, se desplazó al lugar para conocer los hechos. Adelantándose a los resultados de la investigación de la fiscalía antiterrorista, el portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henri Brandet, apuntaba a una forzosa concordancia entre el asalto a la comisaría y el aniversario del ataque de los hermanos Kouachi en nombre de Al Qaida a la redacción de Charlie Hebdo, en el que murieron 12 personas. No obstante, la ministra de Justicia, Christiane Taubira, alertó de que la falsa bomba y la reivindicación pueden ser signos de que el atacante fuese un desequilibrado sin contacto con redes yihadistas

Es el tercer ataque yihadista a comisarías o a policías. El último ocurrió el día de Año Nuevo cuando un francés de 29 años de padres tunecinos murió abatido tras intentar atropellar con un automóvil a los militares que vigilaban la mezquita de Valence.