El chavismo encara la recta final de la campaña con notable desventaja 

Pedro g. Otero CARACAS / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

FEDERICO PARRA | Afp

Las encuestas ven más ganas de votar entre los partidarios de la oposición

29 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los responsables de dos de las principales empresas encuestadoras de Venezuela tienen el diagnóstico claro. Luis Vicente León, director de Datanálisis, y J. Edgard Gutiérrez, presidente de Venebarómetro, coinciden en que no hay duda sobre quién va a ser el vencedor de las cruciales elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre. El único interrogante que observan es la profundidad del daño que el voto opositor le puede hacer al chavismo.

Esto es una total novedad en un país en el que los partidarios del fallecido presidente Hugo Chávez han vencido en 18 de 19 elecciones que se han realizado desde 1999, con la única excepción de un referendo para la reforma de la Constitución, celebrado en 2007 y en el que triunfó el no. Como se recordará, el resultado fue crucial para impedir que Chávez avanzara en su proyecto socialista y que tuviera que plasmarlo por la vía de leyes ordinarias que han convertido al país en un caos económico, con inflación de tres dígitos, desabastecimiento y la virtual desaparición de la iniciativa privada.

La oposición puede obtener la mayoría simple [la de 3/5 partes que permite aprobar o desautorizar leyes habilitantes y votos de censuras] o la absoluta [de 111 diputados sobre los 167 escaños en disputa y que permite incluso promover una reforma constitucional]. «Yo no descarto ningún escenario», señala Luis Vicente León, pero «el de menor probabilidad» es que gane el Gobierno.

«La población se ha desconectado de él, siente que no le resuelve sus problemas, y la valoración tanto de él como de Maduro es baja». En su opinión, la mejora de popularidad del presidente en el último mes es «una recuperación típica de los procesos de polarización, pero no alcanza para revertir una brecha amplia a favor de la oposición».

J. Edgard Gutiérrez señala que la ventaja de la oposición «supera los 20 puntos entre los votantes más seguros de sufragar», con un porcentaje de aproximadamente el 70% de la población convencida de que votará. Esto, según un estudio que cerró hace una semana y que se publicará hoy, último día en el que la ley permite publicar sondeos en Venezuela.

Datanálisis le daba una ventaja a principios de noviembre de 35 puntos a la oposición, pero esa ventaja se ha ido reduciendo en la medida en que ha arreciado la campaña electoral del chavismo. En esa pequeña recuperación han incidido, a partes iguales, el uso de la imagen del fallecido presidente, que aún tiene amplia aceptación en el país, y por otra parte, el uso de la campaña del miedo aplicada por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, que afirma que la oposición eliminará los amplios programas sociales si llega a controlar la Asamblea, algo que la oposición ha negado.

Aunque el sistema electoral venezolano no transfiere toda la ventaja nacional al Parlamento [por tratarse de 114 elecciones diferentes, correspondientes a otros tantos circuitos] Gutiérrez señala que «en los circuitos, la oposición está conservando la enorme mayoría de los que ganó en 2010, últimas elecciones parlamentarias, y donde perdió habrá sorpresas mayúsculas: La discusión no es si la oposición puede ganar, sino por cuánto». Estima que la oposición logrará las 3/5 partes de la Asamblea.

León y Gutiérrez coinciden en que hechos como el asesinato del dirigente opositor Luis Manuel Díaz, ocurrido esta semana, buscan desincentivar el voto opositor. A su juicio, el chavismo tiene difícil este objetivo.

«Los casquillos que lo mataron me impactaron»

La esposa del preso político venezolano Leopoldo López, Lilian Tintori, dijo ayer que «es crucial que el mundo sepa lo que estamos viviendo en Venezuela» y agregó que, con ese motivo, convocó para hoy una manifestación en Caracas en repudio a la violencia y por la defensa de los derechos humanos. «Ese es el país que merecemos», indicó no sin antes recordar que la sangre del dirigente opositor Luis Manuel Díaz, asesinado el miércoles en un acto en el que ambos participaban en Altagracia de Orituco, «me salpicó y los casquillos de las balas que lo mataron me impactaron».

El Gobierno de Nicolás Maduro hace frente a la fuerte presión internacional para que frene la escalada de violencia con una campaña interna que tiene por fin enlodar la memoria del dirigente muerto. Un reportaje de la cadena gubernamental de televisión Telesur dijo ayer de él, por ejemplo, que estaba siendo investigado por homicidio desde el año 2010. Según la web de la cadena, un vecino del dirigente, que oportunamente pidió no ser identificado, declaró que «ese hombre era un ladrón, robaba, extorsionaba, y era miembro de la banda Los Plateados». Su testimonio coincide con el de Jorge Rodríguez, alcalde del municipio más grande de Caracas y jefe de campaña del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela.

Rodríguez había anunciado que acusaría el viernes por difamación a Henry Ramos Allup, secretario general del partido Acción Democrática, al que también pertenecía Díaz, pues pocas horas después del homicidio Ramos había acusado al PSUV de estar detrás del hecho de sangre. Sin embargo, Rodríguez no acudió a la fiscalía a concretar su denuncia.

Por otro lado, un grupo integrado por medio centenar de intelectuales españoles y latinoamericanos, entre los que se encuentran el nobel Mario Vargas Llosa, el filósofo Fernando Savater y el escritor escritores como Félix de Azúa, firmaron un manifiesto por la libertad en Venezuela, en el que se repudia la politización de los poderes públicos.

El manifiesto leído en un acto celebrado en el Circulo de Bellas Artes de Madrid ha surgido en el seno de la Caravana por la Libertad promovida por eurodiputados como Maite Pagazaurtundúa, de UPyD. El texto destaca que la politización de los poderes públicos «impide que exista un control del presidente, una justicia real y un árbitro imparcial electoral».