Corbyn divide a los laboristas con su no a bombardear Siria

Rita Álvarez Tudela LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

PA Wire | EFE

Cameron pide al Parlamento que apruebe los ataques con el argumento de que Londres no puede subcontratar su seguridad

27 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«¿Si no es ahora, cuándo?», dijo ayer David Cameron en busca de la aprobación de la Cámara de los Comunes para que el Reino Unido se sume a los bombardeos contra el Estado Islámico (EI) en Siria. El primer ministro se propone lanzar los ataques antes de Navidad, pero no pedirá el voto de los diputados hasta estar seguro de poder lograr una amplia mayoría, y repetir el fiasco de la iniciativa de bombardear Siria que presentó en el 2013. Considera que una derrota será un «golpe de publicidad» para los seguidores del EI.

Cameron apeló a la seguridad nacional en una intervención en la que recalcó que EI había participado directamente hasta en siete tramas para atentar contra el Reino Unido, por lo que dejó claro que «no puede subcontratar la seguridad a otros países», a la vez que defendió que esta estrategia hará al país «más seguro».

El Comité de Exteriores del Parlamento ha recibido su plan de 36 páginas para derrotar al califato. En él solo se contempla una misión a cargo de aviones de las Fuerzas Armadas británica (RAF), y se descarta enviar tropas de tierra. «Sería contraproducente», dijo el premier. El fantasma de la guerra de Irak sigue muy presente en el país.

Cameron quiere llevar su plan a votación la próxima semana, pero antes debe conseguir el apoyo de los conservadores escépticos, como Crispin Blunt, aunque este ya reconoció que lo sucedido en París le había hecho cambiar de opinión, y también el de los diputados laboristas que no ven con buenos ojos a el pacifismo de su líder. Jeremy Corbyn ya comunicó ayer a los diputados laborista que no apoyará los bombardeos sobre Siria. Ante la división en el partido, Corbyn intentará el lunes «alcanzar una posición común».

En los Comunes, Corbyn advirtió de las «consecuencias indeseadas» de los bombardeos y cuestionó la capacidad de las RAF para recuperar el territorio tomado por el grupo yihadista. Cameron reconoció que los ataques aéreos no destruirán al Estado Islámico, pero conseguirán reducir su amenaza, además de frenar su expansión y reclutar a más seguidores.

El primer ministro también habló de trabajar para apoyar una transición política en Siria que acabe con la violencia civil, aportando al menos 1.000 millones de libras (1.425 millones de euros) para la reconstrucción del país y la ayuda a los refugiados.

La amenaza yihadista