Pedro Baños: «Putin intenta sellar la frontera de Siria y Turquía»

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

El coronel del Ejército español, analista geopolítico y experto en terrorismo, recuerda que la Primera Guerra Mundial empezó con un atentado y reclama no caer en precipitaciones alegres

26 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El derribo del avión ruso por Turquía es una decisión «poco brillante» y producto de la precipitación, destaca Pedro Baños Bajo, coronel del Ejército español, analista geopolítico y experto en terrorismo.

-¿Qué interpretación hace del derribo del caza por Turquía?

-No es la primera vez que Turquía se queja de la invasión de su espacio aéreo por aviones rusos. Parece claro que Putin intenta sellar la frontera con Siria para intentar frenar la llegada de suministros al Estado Islámico, sobre todo en las regiones de Alepo y Antioquía. Tiene su lógica pensar que en ese contexto se haya producido la penetración del caza en territorio turco.

-¿Con alguna finalidad?

-Entiendo que no es un objetivo de Rusia provocar a Turquía, porque ya si entramos en un enfrentamiento con un país de la OTAN, entonces sí que tenemos un problemón. Tampoco creo que hubiese mala fe por parte de Ankara, aunque ahí hay cosas difíciles de entender.

-¿Habrá respuesta armada por parte de Rusia?

-Espero que no. Rusia tiene tantos frentes ya, que no creo que desee abrir otro, y menos contra un país de la OTAN. De todas formas, llevo varios días haciendo un llamamiento a una reflexión más profunda sobre todo lo que está pasando para que no se tomen decisiones con tanta alegría y para que se eviten las precipitaciones. Estamos ante un escenario tan complejo, que la precipitación nos puede llevar al desastre. Así que hay que sentarse con calma y pensar bien lo que queremos hacer. Basta con recordar que la Primera Guerra Mundial se inició por un atentado.

-¿Diría que estamos en el momento más delicado para Europa después de las dos guerras mundiales?

-Por el problema en sí, no. Hablamos de una milicia de 30.000 personas que no supone un desafío desde el punto de vista militar. Pero por las implicaciones geopolíticas que tiene, estamos ante algo más gordo.

-¿Cuál es la solución para acabar con el terrorismo yihadista?

-Las soluciones no pueden ser solo militares. Deben ser también diplomáticas. Es imprescindible dialogar con todas las partes.

-¿Incluso con el EI?

-No con el grupo armado, pero sí con los dirigentes que están detrás, que básicamente son tribus suníes iraquíes. Tenemos que entender cuáles son sus fines, sus verdaderos objetivos, y comprender que, a veces, la religión es solo una excusa para enganchar combatientes. Si no hacemos esto, cuando eliminemos el EI aparecerá otro grupo que tendrá detrás a esas mismas tribus.

-¿Tal vez el petróleo?

-Están los recursos naturales, sí, que en el fondo son dinero, pero también las luchas intestinas por el poder, el control de las poblaciones y algo muy importante que la gente suele olvidar: el agua. Irán, por ejemplo, sufre una deficiencia hídrica tremenda, hasta tal punto de que el control del Tigris y el Éufrates es vital para su supervivencia.

-¿Qué opina del estado de emergencia decretado en Bruselas? ¿Es la solución adecuada?

-No lo entiendo. Para mí es impensable plantear algo así, porque no hablamos de la capital belga, sino del corazón de Europa, y hay que ver la imagen que trasladamos a los terroristas. Un fugado no puede bloquear un país entero. Esto no pasó ni en el 7-J de Londres ni en el 11-M. En Madrid había diez fugados y no se paralizó la ciudad. Lo que va a pasar con esto es que Al Qaida nos va a inundar con falsas amenazas.