Tintori dice que iban para ella las balas que mataron a Manuel Díaz

pedro garcía otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Atlas TV

«Me quieren matar», denuncia la esposa de Leopoldo López tras el tiroteo

27 nov 2015 . Actualizado a las 01:04 h.

Lilian Tintori, la esposa del dirigente de la oposición venezolana encarcelado Leopoldo López, señaló que las diez balas que segaron ayer la vida del dirigente de la oposición Luis Manuel Díaz, en Altagracia de Orituco, un población a 150 kilómetros al sureste de la capital venezolana, iban dirigidas contra ella. «Me revisé el cuerpo porque sentía que me habían dado a mi», dijo Tintori, que se encontraba con Díaz y otros dirigentes opositores en un acto de calle en esa ciudad del central estado venezolano de Guárico, cuando sicarios dispararon contra Díaz.

En un principio, Henry Ramos Allup, secretario general nacional de Acción Democrática, uno de los principales partidos de la oposición, señaló que a Díaz le habían disparado sobre la tarima. Sin embargo, Solangel Taly, otra dirigente del partido en esa región, señaló que lo acribillaron entre la gente y que en principio, al escuchar los tiros, los asistentes al acto pensaron que se trataba de la explosión de un transformador eléctrico. Ramos señaló que el asesinato fue realizado «por bandas armadas del PSUV desde dentro de un vehículo», pero luego rectificó y afirmó que los disparos fueron «realizados por armas de corta distancia».

Tintori, que dijo estar a «unos dos metros» del opositor que resultó muerto, tan cerca de él que vio «las chispas» de los disparos, denunció «un doble atentado» en su contra ya que, horas antes de que se produjera el tiroteo, la avioneta en la que llegó a Guárico había sido saboteada. «Alguien le quitó los frenos», denunció. «Me quieren matar», añadió responsabilizando de ello al Gobierno de Maduro.

El mandatario no esperó a la investigación que sobre los hechos anunciaron el Ministerio Público y la Policía Científica. Afirmando que «ya manejo los elementos del asesinato», se lo atribuyó a un «ajuste de cuentas entre grupos dedicados a situaciones criminales, irregulares». Maduro exigió que «la oposición deje de enlodar al pueblo chavista trabajador» con las acusaciones que está realizando.

El asesinato de Díaz es parte de una escalada de violencia contra la campaña de la oposición, que en la última semana ha producido hechos irregulares en Caracas (dos); en el estado Bolívar, al sur del país, donde el mismo día del crimen de Díaz, miembros del chavismo intentaron sabotear una marcha del excandidato presidencial y gobernador Henrique Capriles. Los hechos en Guárico fueron precedidos por agresiones de miembros del oficialismo hacia los mucho mayores en número militantes de la oposición que aguardaban la llegada de Tintori, Díaz y Rumualda Rummy Olivo, una popular cantante de música folclórica que encabeza la lista de la oposición en el Estado a las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre próximo.

En las escasas radios que aún están abiertas a la participación de oyentes y en las redes sociales, los venezolanos comparaban el crimen de Díaz con el asesinato del candidato presidencial colombiano Luis Carlos Galán, en 1984. Además, analistas puntualizaban que en Guárico, donde se cometió el asesinato, hay una banda de hampones, encabezada por un criminal apodado el Picure que impone su ley de narcotráfico y violencia.

El derrumbe del chavismo

El asesinato de Díaz coincide con la cristalización del cambio en Venezuela. El Instituto Venezolano de Análisis de Datos señaló que una encuesta de primera semana de mes da más de 20 puntos de ventaja a la oposición de cara a las elecciones. En su último sondeo, también de noviembre, Datanálisis da 35 puntos de ventaja a la oposición. Mientras tanto el analista Luis Alcalá, conocido como «Doctor Político», señala que un cruce de varios sondeos permite deducir que la oposición ganará en 17 de los 24 estados y que la diferencia para esta es de casi 30 puntos. Si los resultados se acercan a las encuestas, el chavismo «enfrenta un derrumbe político», señala el director de Venebarómetro, Edgard Gutiérrez.