El Estado Islámico reivindica el atentado contra un autobús en la capital de Túnez

AFP

INTERNACIONAL

Una célula tunecina vinculada al grupo yihadista asegura que un hombre hizo estallar un cinturón explosivo para «castigar a los infieles»

25 nov 2015 . Actualizado a las 17:16 h.

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó este miércoles el atentado contra un autobús de la guardia presidencial perpetrado el martes en Túnez, mediante un comunicado difundido en varias cuentas yihadistas en las redes sociales. El autor del ataque, un tunecino identificado como «Abu Abdalá al Tunisi», entró en el vehículo con un cinturón de explosivos y «se hizo estallar», indica el texto.

Según las autoridades tunecinas, el atentado mató a 12 agentes de la guardia presidencial y dejó 20 heridos. El EI asegura, sin embargo, que causó 20 muertos. El grupo también publicó una foto del supuesto autor del ataque, en la que aparece vestido de blanco, con un cinturón de explosivos y un velo que le cubre la cara. Cerca del lugar del ataque, en pleno corazón de Túnez, las autoridades encontraron un decimotercer cadáver, que podría ser el del autor del atentado, indicó este miércoles el ministerio del Interior.

Se utilizaron 10 kgs de explosivos

Las autoridades tunecinas, que impusieron el estado de emergencia después de un atentado contra la guardia presidencial, anunciaron este miércoles que se utilizaron 10 kilogramos de explosivos en el ataque. El atentado causó la muerte de 12 agentes de la guardia presidencial, pero queda un decimotercer cadáver por identificar, según las autoridades, que precisan que podría tratarse del cuerpo de un «terrorista».

El atentado contra un autobús de la guardia presidencial en pleno corazón de Túnez se cometió con diez kilos de explosivos, ocultos en una mochila o un cinturón, anunció este miércoles el ministerio del Interior, que no precisa explícitamente si fue realizado por un kamikaze.

Ante este nuevo golpe, la prensa instó el miércoles a la unión nacional y a la resistencia, así como a «una nueva filosofía» y a la adopción de «medidas especiales» contra el terrorismo. El Consejo de seguridad nacional, presidido por el jefe de Estado Béji Caid Essebsi, inició una reunión para «adoptar las decisiones necesarias para hacer frente a esta situación».

En un breve discurso, Essebsi había anunciado el martes por la noche el restablecimiento del estado de emergencia, levantado hace menos de dos meses, así como un toque de queda para la aglomeración de Túnez desde las 21.00 a las 05.00 horas de la mañana.

El atentado se produjo a las 17.00 horas en pleno corazón de la capital, cerca de la avenida Mohamed-V, una arteria muy frecuentada, no lejos del ministerio del Interior. En el Bardo y en Susa «el objetivo era perturbar el proceso democrático de Túnez, (...) y el sector del turismo», comentó el miércoles el primer ministro Habib Essid. El del martes «es de otro tipo» ya que «ataca los símbolos del Estado. (...) Es grave, muy grave», añadió. «Como de costumbre, subimos al autobús para ir al trabajo. En el momento en que el conductor se disponía a arrancar, se produjo la explosión», relató a la radio nacional uno de los guardias heridos.

El miércoles por la mañana, el tráfico se había reanudado en la avenida, pero el lugar del atentado seguía cerrado y los expertos seguían trabajando en torno al autobús calcinado, según constató la agencia AFP. Detrás de las barricadas, donde fueron depositados ramos de flores, decenas de ciudadanos, portando banderas tunecinas, manifestaban su apoyo a las fuerzas de seguridad. Túnez se enfrenta desde su revolución, que provocó la caída del régimen de Zine el Abidine Ben Ali en enero de 2011, a un ascenso de la influencia yihadista, responsable de la muerte de decenas de policías y militares.