Turquía derriba un avión militar ruso cerca de su frontera con Siria

Agencias ANKARA

INTERNACIONAL

Las autoridades turcas aseguran que el aparato, un cazabombardero Su-24, había violado su espacio aéreo, un extremo que niega Rusia. El Gobierno ruso confirma la muerte de uno de los pilotos. Putin tacha el incidente como «un golpe que nos han dado a traición cómplices del terrorismo»

25 nov 2015 . Actualizado a las 01:44 h.

El Gobierno ruso ha confirmado el derribo de un cazabombardero de las Fuerzas Aéreas rusas, del tipo Su-24, por parte del gobierno turco por una supuesta violación de su espacio aéreo en la frontera sirio-turca. Rusia ha confirmado la muerte de uno de los dos pilotos que viajaban en el aparato, a pesar de las informaciones llegadas desde Turquía en las que aseguraban que ambos estaban vivos y que se estaba trabajando para liberarlos de las fuerzas opositoras. La OTAN ha convocado una reunión a petición del Gobierno turco.

Ankara asegura que el avión, que cayó en territorio sirio cerca de la frontera turca, fue derribado porque violó supuestamente su espacio aéreo y no hizo caso a diversas advertencias de la aviación turca. El Ejército de Estados Unidos apoyó las declaraciones de los militares turcos según las cuales advirtieron hasta en diez ocasiones al avión ruso antes de derribarlo cerca de la frontera con Siria, indicó este martes un vocero del Pentágono. «Nosotros podíamos escuchar todo lo que ocurría, estas (comunicaciones) estaban en canales abiertos», declaró el protavoz Steve Warren. «Puedo confirmar eso, sí», señaló al ser consultado sobre las diez advertencias que Turquía asegura haber realizado al avión ruso antes de dispararle, según la agencia AFP.

El Gobierno turco ha asegurado que tiene el derecho a defenderse «contra quien quiera que viole» las fronteras del país. «Todos deben saber que tomaremos todas las medidas si alguien viola nuestras fronteras aéreas o terrestres pese a nuestras reiteradas advertencias, como subrayamos una vez más el domingo pasado», dijo el primer ministro, Ahmet Davutoglu, refiriéndose a una cumbre de seguridad celebrada por el Gobierno turco. «Este martes, cuando hay aviones que siguen violando el espacio aéreo turco, hay que considerar la reacción de nuestras fuerzas armadas en este contexto. No tenemos interés en el territorio de otro país», dijo Davutoglu, que evitó hablar más claramente sobre el incidente del caza ruso derribado. El pasado octubre, Ankara y Moscú ya tuvieron roces por la entrada de cazas rusos en el espacio turco desde Siria, algo que Moscú achacó a un error causado por el mal tiempo.

Moscú ha confirmado que su caza Su-24 fue abatido, pero sostiene que en ningún momento entró en espacio aéreo turco. «Durante el vuelo, el avión permaneció todo el tiempo sobre el territorio de Siria, como quedó registrado en los radares», declaró el Ministerio de Defensa ruso. 

El Ministerio de Defensa de Rusia sospecha que el cazabombardero Su-24 fue derribado desde tierra cuando sobrevolaba territorio de Siria, según un portavoz.  La fuente precisó que el aparato «se encontraba a una altura de 6.000 metros» cuando fue alcanzado por fuego enemigo. «Se desconoce la suerte de los pilotos. Según datos preliminares, los pilotos lograron ayectarse», agregó. Finalmente Rusia ha confirmado la muerte de uno de ellos por «disparos efectuados desde tierra».

Siria denunció este martes como una «agresión flagrante» contra su soberanía el derribo por parte de Turquía de un avión militar ruso cerca de la frontera en el norte del país. «En una agresión flagrante contra la soberanía siria», según AFP.

HABERTURK TV CHANNEL | EFE

Reacción desde el Kremlin

El presidente ruso, Vladímir Putin, acusó este martes a las autoridades turcas de ser «cómplices del terrorismo» tras derribar el bombardero ruso Su-24 y aseguró además que dicha acción tendrá  «consecuencias graves» en las relaciones entre Rusia y Turquía por tratarse de una «puñalada por la espalda». «Este incidente se sale de los marcos de la lucha contra el terrorismo (...), es un golpe a traición asestado por los cómplices del terrorismo. No lo puedo llamar de otra forma», afirmó Putin al reunirse con el rey Abdalá II de Jordania, según medios locales.

«Nunca permitiremos que se cometan crímenes como el de hoy», aseguró el jefe del Kremlin y recordó que Turquía forma parte de la coalición antiterrorista encabezada por EE.UU., país con el que Rusia ha suscrito un acuerdo «sobre la prevención de incidentes aéreos». «Nuestro avión fue derribado en territorio sirio por un cohete aire-aire disparado por un caza turco F-16», subrayó y precisó que «cayó a cuatro kilómetros de la frontera con Turquía».

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha instado a los gobiernos de Rusia y Turquía a evitar una «escalada» de las tensiones tras el derribo del avión ruso y, aunque no ha querido valorar en detalle el incidente a la espera de conocer los «detalles», sí ha apuntado que Turquía tiene el «derecho a defender su territorio».

Obama ha comparecido en la Casa Blanca junto a su homólogo francés, François Hollande, y ambos han coincidido en llamar a la calma y han pedido a Ankara y Turquía que hablen para evitar un aumento de las tensiones que, indirectamente, podría perjudicar a la lucha contra el terrorismo en Siria.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó este martes que el derribo del bombardero Su-24 ruso en Siria es «muy grave», pero que esperaban que se aclarara todas las circunstancias. «Se trata de un hecho muy grave, pero sin tener plena información, es imposible y además sería incorrecto decir algo» al respecto, dijo Peskov a la prensa rusa

Helicópteros rusos comenzaron a sobrevolar la zona donde se precipitó el bombardero ruso Su-24,  según la ONG siria Observatorio Sirio de Derechos Humanos. En un comunicado, la ONG aseguró que los helicópteros sobrevuelan el área de Yabal al Turkoman, vecina a la zona turca de Iskenderún, donde según su relato, se vio saltar a los tripulantes en paracaídas.

Dos televisiones, NTV y CNN-Turk, difundieron imágenes de la caída de un avión militar en llamas en las montañas cercanas a la frontera turca, frente a la provincia de Hatay, en el sur de Turquía.

Según el diario Hürriyet, los dos pilotos rusos saltaron en paracaídas. Uno de ellos habría muerto, según informa la CNNTürk en base a fuentes locales. El otro estaría en manos de las milicias turcomanas que combaten contra el régimen de Bachar al Asad en esta zona siria al norte de la ciudad portuaria de Latakia.

Los turcomanos, una minoría siria turcoparlante, reciben apoyo de Turquía, mientras que los aviones rusos respaldan al régimen de Asad, lo que añade complicaciones diplomáticas a este incidente.

La cadena NTV también publicó en Twitter una fotografía en la que se ve a uno de ellos saltando en paracaídas.

El ministro de Exteriores ruso, Sergéi Lavrov, tenía previsto llegar esta noche a Ankara para reunirse mañana con las autoridades turcas, informa la cadena CNNTürk, pero finalmente ha suspendido su visita al país. Además, Lavrov recomendó a los rusos que no viajen a Turquía, uno de los principales destinos turísticos de los ciudadanos de este país, a la vista de la creciente amenaza terrorista, según medios locales.

Turquía ya ha decidido llevar ante la OTAN, de la que es miembro, y ante la ONU el incidente con el avión militar ruso, según anunció la oficina del primer ministro. La OTAN ya ha convocado una reunión para este martes a petición de Turquía.  «El ministerio de Relaciones Exteriores llevará a cabo las iniciativas necesarias ante la OTAN y la ONU, a nivel de los países concernidos, siguiendo instrucciones del primer ministro Ahmet Davutoglu», informó en un comunicado.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha reclamado a todas las partes «mantener la cabeza fría y la calma» después de que Turquía haya informado del derribo de un avión de combate ruso que ha violado su espacio aéreo, algo que Rusia ha negado. «En este momento peligroso, tras el derribo de un caza ruso, todos deben mantener la cabeza fría y la calma», ha pedido el dirigente europeo a través de su cuenta de Twitter.

Un portavoz de la coalición estadounidense contra Estado Islámico ha descrito el derribo de un avión militar de Rusia en la frontera entre Turquía y Siria como «un incidente entre los gobiernos ruso y turco», desmarcando así a Estados Unidos. El portavoz, Steve Warren, ha aclarado que no se trata de una cuestión que «afecte» a las operaciones de la coalición. De hecho, ha advertido de que «las operaciones de combate contra Estado Islámico seguirán conforme a lo previsto» tanto en Siria como en Irak.

Una fuente militar norteamericana ya había asegurado previamente a Reuters que las fuerzas de Estados Unidos no habían participado de ninguna forma en este suceso. Según esta fuente, Ankara informó a Washington de lo ocurrido.

Su-24, el avión de combate ruso con mayor índice de siniestralidad

El bombardero táctico ruso Sukhoi Su-24 derribado en la frontera sirio-turca por un caza de Turquía tiene la mala fama de ser el avión de combate con más accidentes a sus espaldas en la flota de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia. El Su-24, un avión supersónico con ala de geometría variable que dejó de fabricarse en 1993, es complejo en el pilotaje y registra un promedio de 6 a 8 accidentes anuales desde el inicio de su explotación en 1975.

El avión, Fencer-A en la clasificación de la OTAN, es considerado junto al mucho más moderno Su-34 un bombardero táctico, capaz de lanzar tanto bombas como misiles contra objetivos en la retaguardia operativa del enemigo.

Las Fuerzas Aeroespaciales y la Armada rusa mantienen en la actualidad unos 120 Su-24 en sus filas, con una edad media de 30 años, aunque la intención de las autoridades rusas es renunciar totalmente a ese modelo hacia el 2020. El bombardero tiene un largo historial de participación en conflictos armados, entre ellos la invasión soviética de Afganistán, la guerra civil de Tayikistán y las dos guerras chechenas, además de la guerra del Golfo (1991), donde fue empleado por las Fuerzas Aéreas iraquíes. Desarrolla una velocidad máxima de 1.600 kilómetros por hora y tiene un radio de acción máximo de 560 kilómetros.