Obama y Hollande abogan por una lucha conjunta para «destruir» al Estado Islámico

Agencias REDACCIÓN

INTERNACIONAL

NICHOLAS KAMM | AFP

El presidente francés ha descartado el envío de tropas a Siria aunque el mensaje lanzado hace presagiar una escalada de bombardeos 

24 nov 2015 . Actualizado a las 20:27 h.

Los presidentes de Estados Unidos y Francia, Barack Obama y François Hollande, han abogado por una lucha «conjunta» para «destruir» al grupo terrorista Estado Islámico, en una comparecencia conjunta en la que han instado a Rusia a «redirigir sus objetivos» antes de una hipotética colaboración.

Obama ha recibido este martes en la Casa Blanca a Hollande, que ha visitado Washington dentro de una intensa semana de contactos diplomáticos que le llevarán el jueves a Moscú, donde se reunirá con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.

Hollande ha reclamado una «respuesta conjunta» contra Estado Islámico «para destruirlos militarmente sin importar dónde estén». En la práctica, este mensaje se traducirá en una «escalada de los bombardeos», tanto en relación a la cantidad de los ataques como a su precisión.

El presidente francés, que ha citado la resolución adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU como «base clara» sobre la que actuar, ha subrayado que la «prioridad es recuperar los puntos clave tomados por Estado Islámico en Siria». Asimismo, ha llamado a controlar la frontera con Turquía para «impedir el paso a terroristas y a cortar las fuentes de financiación».

Hollande, sin embargo, ha descartado el envío de tropas francesas a Siria, como sí ha hecho Estados Unidos con el despliegue de un grupo de fuerzas especiales. «Francia no intervendrá militarmente sobre el terreno», ha dejado claro tras la pregunta de un periodista.

Obama, por su parte, ha afirmado que tras los atentados de París es momento de hacer más «juntos» para contener el terrorismo y ha reiterado que Estados Unidos y Francia mantendrán su «coordinación». Ambos países colaboran en el marco de una coalición que bombardea desde el año pasado Irak y Siria.

La colaboración, sin embargo, no se extiende de momento a Rusia, que realiza sus propios bombardeos de la mano del régimen de Bashar al Assad. Tanto Obama como Hollande han cuestionado el actual enfoque ruso y el alcance de su ofensiva, en la que también estarían resultado afectados grupos de la Ëoposición moderada».

«Rusia podría ser más útil para detener al Estado Islámico si cambia el enfoque de sus ataques», ha apuntado el presidente norteamericano, que no ha rechazado de plano una posible colaboración. Hollande tampoco lo ha descartado -«no queremos excluir a nadie»-, pero ha pedido a Moscú que «concentre las acciones militares contra el EI» y se comprometa con una «solución política» en Siria.

Los dos líderes han coincidido en que el proceso de Viena debe ser la base para la resolución de un conflicto que ya se ha cobrado más de 300.000 vidas desde marzo del 2011. Ni Obama ni Hollande han dado una fecha para una posible salida de Bashar al Assad, aunque ambos sí que han defendido que el presidente sirio forma parte del problema.

En lo bueno y en lo malo

Obama ha afirmado que Estados Unidos y Francia son amigos «en los buenos y en los malos tiempos» y ha reiterado la solidaridad del pueblo y el gobierno norteamericanos tras los atentados de París: «Nuestro corazón también se rompió. Nos vimos a nosotros mismos».

Hollande ha agradecido estas muestras de apoyo y ha afirmado que «si el 11-S todos los franceses fueron estadounidenses, el 13 de noviembre todos los estadounidenses fueron francesas». «Al atacar Francia, los terroristas están atacando el mundo», ha apostillado, en alusión a la cadena de atentados que causó 130 muertos.

«Grupos como el Estado Islámico no pueden derrotarnos en el campo de batalla, por lo que intentan aterrorizarnos en casa», ha apostillado Obama, que ha abogado por defender las libertades y los valores por encima de una «ideología asesina que hay que derrotar».

El presidente norteamericano ha aprovechado la ocasión para pedir a los países de la UE que compartan la información de los pasajeros de compañías aéreas con Estados Unidos.