Francia pide explicaciones a Hollande por los errores en el control del yihadismo

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

EFE

Casi quinientos jóvenes franceses se radicalizaron en Siria desde el atentado contra «Charlie Hebdo» en enero

21 nov 2015 . Actualizado a las 12:32 h.

La permisividad de Bélgica o la descoordinación entre los servicios de inteligencia europea no pueden ser una excusa. Francia, con la prensa a la cabeza, pide explicaciones a François Hollande por errores de bulto en el control del yihadismo y, sobre todo, por la ineficacia mostrada desde los atentados de enero para controlar a los radicales retornados. Pero no este el único fallo del sistema.

¿Por qué los franceses piden explicaciones a su Gobierno?

El principal argumento es la ineficacia con que habría actuado tras los atentados de enero contra Charlie Hebdo, y quieren saber por qué la reacción contundente tras los últimos atentados, con el registro de numerosos pisos en todo el país, no se impulsó ya entonces. En un análisis titulado Los fallos de la lucha antiterrorista, el periódico Le Monde explicaba ayer que «la Ley de Inteligencia del 2015 y los esfuerzos en medios técnicos y humanos» no han dado resultado, y aportaba además unas cifras escalofriantes: «El número de personas que se fueron a Siria desde enero, 480 en total, supone un incremento respecto al mismo período del 2014 a pesar de las leyes antiterroristas que se han ido votando desde el 2012».

¿Qué argumenta el Gobierno francés?

Además de echarle la culpa a Bélgica, el Gobierno francés admite que está desbordado. Le Monde, que cita datos de la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI), sostiene que hay 11.700 personas fichadas por su vinculación a Siria, de las que «unas dos mil constituyen el núcleo duro». Y alude a la fuente del DGSI para afirmar que el problema está en la recolección y el manejo «masivo de los datos de esas 11.700 personas» y en la burocracia que genera entre varios departamentos. El diario Le Figaro añade que lo que pasa al final es que «solo son vigilados los más peligrosos». La solución pasaría, según el DGSI, por replicar el sistema con el que Estados Unidos se protege desde el 11-S, -Patriot Act-, «que permite la recogida masiva de datos interconectando los distintos ficheros», lo que evita burocracia.

¿Qué responsabilidad tiene Bélgica?

La misma falta de control sobre los terroristas que ha demostrado Francia la tiene Bélgica, acusada además por su vecino de mano blanda al consentir un mercado ilegal de armas sin parangón en Occidente que ha permitido a los yihadistas armarse hasta los dientes. De aquí salieron, por ejemplo, los Kalashnikov de la célula parisina del Estado Islámico.

¿Ha funcionado la coordinación entre los servicios de inteligencia?

Ha sido uno de los mayores fracasos, especialmente por la descoordinación entre Francia y Bélgica. «Bélgica no está al nivel», sentencia Alain Chouet, un antiguo jefe de los servicios de inteligencia franceses. Los hermanos Abdeslam, por ejemplo, estaban fichados por sus servicios secretos que, sin embargo, no transmitieron esa información a sus colegas galos. Salah Abdeslam fue interceptado por la policía francesa en un control fronterizo el sábado de madrugada, poco después de atentar en París. Pero no existía ninguna alerta sobre él, así que lo dejaron pasar. «Si los belgas no nos informan no podemos hacer nada», explicaron los agentes. Curiosamente, se están revelando como más colaboradores y eficaces otros servicios de inteligencia. Un chivatazo de Marruecos contribuyó a la localización del piso de Saint-Denis, mientras Turquía había avisado en enero de los movimientos de Omar Ismail Mostefai, otro de los del Bataclan. «Nunca tuvimos una respuesta de Francia», confirmó la policía turca a la agencia AFP.

¿Fallaron las autoridades?

Especialmente las francesas si tenemos en cuenta que varios radicales que actuaron en París estaban fichados. El francés Samy Amimour fue acusado en octubre del 2012 de «asociación de delincuentes terroristas» y puesto bajo vigilancia judicial. Un año más tarde estaba en Siria, desde donde retornó a su país para participar el viernes pasado en los atentados. «Tenemos un problema de control de las fronteras, y grande», asegura Alain Chouet, ex responsable del DGSI. En cuanto a Abdelhamid Abaud, el cerebro de los atentados de París muerto en el asalto de la policía al piso de Saint-Denis, asegura Le Monde que, «en octubre, un documento interno» detallaba que iba a atentar y que tenía «como objetivo una sala de espectáculos».

¿Son permeables las fronteras de la UE?

Abaud se jactaba en varios vídeos realizados en Siria de la facilidad con que entraba y salía de la UE, disfrazado y con identidades falsas. La entrada es franca y la inteligencia estadounidense sitúa a Grecia entre las vías de acceso. De hecho, un informe del Consejo de Seguridad Nacional (Homeland Security) dice que los miembros de la célula de París se movieron «por Francia, Grecia, España y Holanda antes de mayo».

¿Funciona la integración de los emigrantes en los suburbios?

El primer ministro de Francia, Manuel Valls, definió estos barrios del cinturón de París y otras ciudades importantes como «una especie de apartheid» y un caldo de cultivo para radicales.