Anonymous: ¿Sirve para algo la ofensiva de los hacktivistas contra el ciberyihadismo y el Estado Islámico?

Jorge Casanova
Jorge Casanova REDACCIÓN / LA VOZ

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El colectivo de «hackers» asegura haber saboteado ya 5.500 cuentas en Twitter relacionadas con el Estado Islámico

19 nov 2015 . Actualizado a las 14:21 h.

Si uno entra en la cuenta de Twitter @CtrlSec se encontrará con una interminable relación de cuentas relacionadas con el Estado Islámico y que se incrementa prácticamente cada minuto. Allí se exponen los usuarios que supuestamente se convierten en el objetivo del colectivo de hackers (o hacktivistas, como prefieren ser calificados) Anonymous.

Ayer el grupo difundió un comunicado afirmando haber saboteado ya 5.500 cuentas relacionadas con el Estado Islámico, producto de su anunciada guerra sin cuartel contra los promotores de los atentados de París. Claro que para llegar a esa cifra, Anonymous ha contado con el apoyo de miles de simpatizantes que han pedido masivamente a la red social el bloqueo de cuentas, muchas de ellas ilustradas con la bandera negra u otras imágenes inequívocas de su ideología. La pregunta es si esta ofensiva tiene realmente alguna incidencia real, considerando que los usuarios que encuentran sus cuentas bloqueadas pueden abrir otras nuevas en cuestión de minutos.

Anonymous ya declaró la guerra virtual al Estado Islámico el pasado febrero: «Les cazaremos, tomaremos sus páginas, perfiles y correos electrónicos; les desenmascaremos», aseguraban poco después del atentado contra Charlie Hebdo. Tras los ataques terroristas del pasado viernes, un portavoz volvió a reiterar la ofensiva contra el Estado Islámico en un mensaje difundidoa través de Youtube.

Unos días después, y según este grupo, 5.500 cuentas han dejado de funcionar adecuadamente. Según estas mismas fuentes, serían ya más de 100.000 las cuentas que se encuentran bajo ataque.

Una parte de la campaña está organizada a través del hashtag #OpParis que ha aglutinado a expertos de todo el mundo que colaboran, no solo en la identificación de cuentas yihadistas, sino también en el ataque a foros y servidores vinculados con el Estado Islámico.

Golpear o interferir

Tener al colectivo Anonymous encima es un problema no pequeño para una organización que desarrolla en Internet una parte muy importante de su actividad y que centra en las redes sociales la comunicación entre sus miembros. Sin embargo, la voluntariedad de los piratas de Anonymous no es celebrada de la misma manera por quienes combaten al Estado Islámico. Señalar las cuentas vinculadas con sus militantes puede incidir, según algunos expertos, en las investigaciones de los servicios de inteligencia.

«Hemos incorporado herramientas que podrían ser mejores que las que disponga cualquier gobierno para combatir al EI en Internet», manifestó un portavoz de Anonymous a Russia Today: «Tenemos gente muy cerca de ellos». Que se sepa, la única respuesta del Estado Islámico a la publicitada declaración de guerra virtual por parte de los activistas ha sido un comunicado en el que se han mofado de los ciberataques, llamando «idiotas» a sus promotores.

¿Están teniendo el éxito que pretenden los hacktivistas de Anonymous? Es difícil de asegurar. Derribar las cuentas de Twitter supone una victoria mínima. Según la publicación estadounidense Mic, la tarea más notable la desarrolla un sector vinculado a Anonymous llamado GhostSecGroup, cuya actividad no siempre supone la destrucción de sitios o servidores sino el estudio y recolección de datos para transmitirlos a otras agencias gubernamentales. En cualquier caso, el Estado Islámico cuenta con técnicos y medios muy cualificados para mantener su presencia en la Red.