El Parlamento votó ayer noche el primer paquete de reformas de la legislatura
17 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El Parlamento griego tenía programado votar ayer noche el primer paquete de medidas de ajuste de la nueva legislatura de Alexis Tsipras, entre protestas de los atenienses que se manifestaban desde horas antes en la plaza Sintagma. De la aprobación de las medidas depende el desembolso de un tramo del tercer rescate, de 2.000 millones de euros.
La docena de leyes pactadas con la cuadriga de acreedores (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Mecanismo Europeo de Estabilidad y Fondo Monetario Internacional) básicamente persigue aumentar los ingresos del Estado y luchar contra la evasión fiscal. Para luchar contra el fraude fiscal se introducen penas de cárcel de un mínimo de dos años para cantidades no declaradas del IVA que superen los 50.000 euros, y de más de 100.000 euros en el impuesto sobre la renta.
El borrador propone el aumento progresivo de la edad de jubilación hasta los 67 años como regla general, y hasta los 62 años para quienes hayan trabajado 40 años.
Entre las medidas figura el aumento de los intereses, del 3 al 5 %, para quienes se acogieron a la posibilidad de devolver a plazos sus deudas al Estado, una de las medidas mejor recibidas por los ciudadanos, aunque la cuadriga había exigido endurecer las condiciones de devolución. El artículo que preveía penalizare en dos puntos porcentuales las rentas de los alquileres fue eliminado del borrador de ley, al día siguiente de remitirse al Parlamento, ante el aluvión de críticas que provocó el anuncio de esta medida.
La oposición conservadora, centrista y socialdemócrata, cuyo apoyo necesitó Tsipras para firmar el rescate, anunció que votará en contra, informa Efe. Los conservadores acusan al Gobierno de aumentar la presión fiscal y reducir salarios y pensiones, y los socialdemócratas reprochan al Gobierno aplicar recetas neoliberales.
Protestas
Miles de griegos se manifestaron frente al Parlamento contra las políticas de ahorro, convocados por el sindicato comunista PAME y el de los empleados públicos (Adedy). Sin datos oficiales de momento, aunque algunos testigos, según DPA, hablaron de unas 3.000 personas.