José Aser Pereira, presidente de la asociación de empresarios gallegos en Portugal, teme la posible «ingobernabilidad» del país después de las elecciones
30 sep 2015 . Actualizado a las 10:31 h.«El gallego vuelve siempre», sentencia José Aser Pereira, que regresa cuando puede a su casa familiar, en A Cañiza. El presidente de la Asociación de Empresarios gallegos en Portugal es ingeniero químico industrial y posee una consultora para firmas petroleras, Aserpetrol. Aser explica lo mal que lo pasaron durante el rescate a Portugal los emprendedores gallegos, muchos de los cuales tienen el dinero en los corralitos de los bancos quebrados.
-¿Cuántos empresarios gallegos hay en Portugal?
-Es difícil de precisar. Si contamos a los de segunda generación, que siguen siendo gallegos, seguramente son miles. Lejos en cualquier caso de los 80.000 que llegó a haber en Portugal en el siglo XVIII, la mayoría en el sector hostelero. Hoy predominan los del inmobiliario.
-¿Cómo han afectado la crisis y el rescate de Portugal a estos empresarios gallegos?
-Les ha dejado huella. Un país que ha vivido un rescate, que ha tenido dentro a la troika, al primer ministro en la cárcel... ¿Cómo se puede aguantar todo eso? Hay dinero de muchos gallegos atrapado en los tres grandes bancos que quebraron: Banco Privado Portugués, Banco Portugués de Negócios y, ahora, el Banco Espírito Santo. Y algunos, incluso con acciones de ellos, sobre todo del último. Con todo, aunque el momento es realmente malo, fue peor aún hace cuatro años.
-¿Cómo han llevado ustedes la política de recortes?
-Hemos pasado muchas dificultades. Los impuestos subieron de una manera brutal y hoy se paga por todo. Es cierto que el de las empresas, el IRC, ha bajado por segunda vez, pero aún queda mucho por hacer. La cuestión es cómo levantar la cabeza después de los problemas que hemos tenido. Aquellos que poseían negocios inmobiliarios, que son la mayoría, dejaron de vender pisos, porque el poder adquisitivo de la gente bajó mucho. Si el jubilado y el funcionario cobran menos, dejan de consumir. Y si tenemos en cuenta que el IVA en restauración es del 23 %... Con todo, creo que el país se empieza a levantar. Hay más consumo de combustible, ves más coches por la calle. Se nota.
-¿Cómo les afectarán las elecciones del domingo?
-A los empresarios nos preocupa sobre todo la indefinición que podría haber desde el día siguiente, el lunes, que se podría traducir en ingobernabilidad. Las encuestas dan como vencedor al PSD de Passos Coelho, pero casi seguro que sin mayoría absoluta. Entonces, si los socialistas dicen que no aprueban los Presupuestos, ¿qué va a pasar? Si el país es ingobernable porque no hay manera de conseguir mayorías para sacar adelante las cuentas, ¿cómo reaccionarán los acreedores?
-¿Pero qué les interesa más a los gallegos en estos comicios, la victoria de Passos Coelho o la de António Costa?
-Da igual. Lo que nos interesa es el apoyo a las iniciativas de los empresarios, la posibilidad de hacer negocio, venga de un lado o de otro. Ahora sabemos cómo están las cosas, y, sin embargo, el Partido Socialista no define qué reglas tendremos. Después de tantos golpes estamos preocupados por lo que pueda pasar.
«El español no valora la suerte de estar sin troika»
La dimensión de un rescate como el que vivió Portugal es difícil de entender, sostiene Aser.
-Parece que ninguno de los dos candidatos a la presidencia quiere alejarse mucho de la austeridad.
-No habrá alegrías en ningún caso. Hay que reconocer que el país no estaba bien a nivel estructural. Si gastas más de lo que ingresas... pues es como en cualquier economía doméstica. Creo que después de cuatro años de austeridad extrema, la gente ha entendido por fin que esta es clave y que las reformas estructurales eran necesarias. Y no están acabadas, hay que seguir aún.
-¿Cómo le afectó a usted todo este proceso?
-No mucho, porque mi empresa es una consultoría que trabaja para otras y puedo seleccionar. Es un caso excepcional. Pero hay firmas gallegas que cerraron. El gallego es luchador y resiste bien los problemas. Por tanto, la mayoría aguantaron, aunque tuvieron que prescindir de mucho personal. Conozco una empresa de material de construcción que tenía cinco trabajadores y que hoy la lleva únicamente el dueño.
-¿Qué lección debe sacar España de la realidad portuguesa?
-El ciudadano español no valora la suerte de estar sin troika, de no haberla tenido en nuestro país. El rescate es tremendo porque es la troika la que manda. Y si quieres pedir un préstamo lo vas a tener complicado porque interviene en todo. Pero si Portugal no hubiese hecho los sacrificios que hizo, hoy estaría como Grecia.
-¿Cree que el país irá para arriba?
-Sí, la troika ya no está, hay más flexibilidad y ayuda mucho el consumo internacional. Sube el turismo y están abriendo un par de hoteles nuevos por mes. También hay gallegos en Lisboa con negocios de este tipo.
-¿Qué consejo le daría usted a los gallegos de Portugal?
-Insistimos mucho en que inviertan en Galicia; que nos propongan negocios, que nos los llevamos para allí. Después de cuatro años de austeridad, intentamos ver el futuro con todo el optimismo posible.