El Gobierno español aceptará la cuota de asilados que le imponga Bruselas sin negociar rebajas

R. Gorriarán MADRID / COLPISA

INTERNACIONAL

JuanJo Martin | Efe

Antes del verano, el Ejecutivo de Rajoy mostró sus reparos a la acogida y aseguraba que solo podían llegar 2.749 desplazados

09 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Estamos preparados para empezar ya a recibir [refugiados]». La vicepresidenta no alberga dudas sobre la capacidad de las Administraciones españolas para recibir el primer contingente de desplazados. Soraya Sáenz de Santamaría aseguró que España es un país con experiencia en gestionar la integración de contingentes humanos y anunció que el Gobierno va a aceptar sin rechistar la cuota de expatriados que la Unión Europea asigne a España. Una cifra que, pese a las informaciones que hablan de 15.000, el Ejecutivo ignora y achaca a «especulaciones periodísticas».

Con sus antecedente en anteriores crisis de refugiados, y el hecho de que cinco millones de extranjeros residen en España, el Gobierno se considera preparado para acoger a las personas que decida la Comisión Europea. Jean-Claude Juncker presentará hoy el plan de acogida y las cuotas de cada país, y España lo aceptará «sin reticencias».

Reparos que, sin embargo, sí se plantearon antes del verano, cuando se apuntaba que solo podía acoger hasta 2.749 desplazados. La propia vicepresidenta señaló entonces que la capacidad de acogida en España estaba «muy saturada». Limitaciones que ahora han desaparecido.

El PSOE atribuyó el cambio de postura en el Gobierno al «tirón de orejas de Merkel a Rajoy» durante su visita de la pasada semana a Alemania y a las «imágenes brutales que han conmovido la conciencia de todo el mundo». «Se le está viendo demasiado el plumero electoral», replicó la vicepresidenta, que no fue más allá en aras del probable pacto con la oposición para gestionar la crisis.

La reunión de la comisión interministerial para organizar el plan de acogida con los consejeros de las comunidades terminó con las quejas de los representantes de Andalucía, Aragón y Cataluña ante la falta de información y la lentitud del Gobierno central. Sobre todo, que se dejará para más adelante la distribución de cuota por comunidades.

Infiltrados yihadistas

La nota negativa la dio Jorge Fernández Díaz desde París. Según el ministro del Interior, no se puede descartar que entre los miles de refugiados que entran en Europa procedentes de Siria pueda haber infiltrados yihadistas del Daesh (el acrónimo árabe del Estado Islámico que el Gobierno insiste en emplear). Argumenta para ello que Turquía alertó el lunes a las fuerzas de seguridad del robo de casi 1.500 pasaportes sirios en blanco.