Un camión repleto de cadáveres de refugiados enmudece a Europa

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El hallazgo eclipsó la cita con los países balcánicos, que exigen más ayudas

28 ago 2015 . Actualizado a las 16:35 h.

La tragedia hizo enmudecer a los líderes europeos que acudieron ayer a la cumbre de los Balcanes, en Viena. La cita, en la que se debatía posibles soluciones para canalizar la crisis migratoria, fue eclipsada por el macabro hallazgo de un camión repleto de cadáveres de refugiados a unos 50 kilómetros al sur de Viena, muy cerca de la frontera con Hungría. La policía desconoce la identidad de las víctimas que habrían muerto asfixiadas, pero apunta que lo más probable es que se trate de entre 20 y 50 personas que trataban de cruzar Austria rumbo a Alemania. Se busca al conductor que abandonó el vehículo.

«Estamos conmocionados (...) Es una advertencia para resolver el problema y demostrar solidaridad», exclamó Angela Merkel, tras guardar un minuto de silencio por los fallecidos. «No podemos continuar como hasta ahora, con un minuto de silencio cada vez que vemos gente morir», se quejó la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini. 

Los líderes de los países balcánicos solicitaron a la Unión Europea más apoyo financiero. Están desbordados. «La UE debe traer un plan primero y solo después pedirnos hacer algo. Soportamos la peor parte del problema», advirtió el ministro de Exteriores serbio, Ivica Dadic. «Estoy convencida de que Europa, como un continente rico, está en situación de superar esta crisis», replicó Merkel.

Alemania insiste en reformar los acuerdos de Dublín y crear procedimientos de asilo y de reparto de refugiados comunes y «justos». Francia presiona para la puesta en marcha urgente de los centros de registro para separar a los refugiados de los desplazados por razones económicas. Austria impondrá controles fronterizos más estrictos: «Tenemos más migrantes que Italia y Grecia juntas», se quejó su ministro de Exteriores, Sebastian Kurz.

La ONU volvió a sacar los colores a la UE al asegurar que su sistema de asilo no funciona. Bruselas mira para otro lado. El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, calificó ayer de «injustificadas» las acusaciones de inacción y culpa a los Estados miembro de tumbar sus propuestas. Mientras Europa se sacude las culpas, los conflictos en Siria, Irak y Afganistán expulsan a miles de personas hacia Grecia. Desde ahí emprenden el camino por los Balcanes rumbo Alemania y Suecia pasando por Hungría, donde el miércoles se interceptaron 3.241 personas, otro récord de entradas en un solo día.