Al Asad:  «Hay pocas posibilidades de que Siria se una a la coalición contra el Estado Islámico»

Europa Press

INTERNACIONAL

El presidente de Siria, Bachar al Asad.
El presidente de Siria, Bachar al Asad. EFE

El presidente acusa a Israel de respaldar a grupos terroristas y justifica la intervención de Hezbolá en el conflicto

26 ago 2015 . Actualizado a las 22:51 h.

El presidente de Siria, Bashar el Asad, ha afirmado este martes que Damasco podría unirse a la coalición internacional contra el grupo yihadista Estado Islámico, si bien ha recalcado que hay pocas posibilidades de que esto ocurra. «Lo que nos preocupan son los resultados sobre el terreno. Es imposible que estados que han apoyado el terrorismo ahora combatan el terrorismo, pero existe la pequeña posibilidad de que quieran corregirse o se hayan dado cuenta de que iban en la dirección equivocada», ha dicho.

«Quizá tengan motivos totalmente egoístas y estén preocupados por la expansión del terrorismo a sus países, y por eso han decidido luchar contra el terrorismo», ha agregado, en una entrevista concedida a la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada al partido-milicia chií Hezbolá.

Por ello, ha dicho que «no hay objeciones» a esta coalición, si bien ha destacado que «lo importante es cómo gestionar su creación». «El ministro de Exteriores sirio (Walid al Moallem) ha dicho que sería un milagro pero, ¿y si ocurre? ¿Lo rechazaríamos? Por supuesto que no», ha asegurado. Las palabras de Al Assad llegan en respuesta a la propuesta de Rusia, uno de sus principales aliados, para que Damasco se una a los países de la región, que respaldan a los grupos rebeldes, para combatir al Estado Islámico.

Sin embargo, Arabia Saudí ha descartado cualquier tipo de coalición con el presidente sirio, al que acusa del surgimiento del Estado Islámico. Riad reclama la salida de Al Assad del poder, por lo que rechaza cualquier tipo de alianza con él.

Por otra parte, el presidente sirio ha apuntado que los grupos terroristas que operan en el país «son la principal herramienta de Israel». «Son mucho más peligrosos que lo que hace Israel en ocasiones para ayudarlos», ha añadido. «Son la base del problema. Si queremos hacer frente a Israel tenemos que hacer frente a sus herramientas en Siria. No se puede hacer frente a un enemigo externo si tienes enemigos internos», ha explicado.

«El asunto ha de ser resuelto en Siria, y las cosas volverán a la normalidad. Nadie se atreverá a actuar de nuevo contra Siria, ni Israel ni ningún otro», ha dicho, tal y como ha recogido la agencia estatal siria de noticias, SANA.

Vía política

En otro orden de cosas, Al Asad ha defendido su posición, arguyendo que «si no se tiene el apoyo del público no tiene valor la dirección que adoptes como presidente o representante de un Estado». Así, ha asegurado que «cuando se llegue a la etapa en la que los países que conspiran contra Siria (...) dejen de apoyar el terrorismo se podrá decir que estamos en la última fase, porque los otros detalles de la llamada solución política son detalles simples y de poco valor». «Se propuso que la crisis tenía causas políticas, lo que es incorrecto, ya que la causa es la interferencia extranjera, pero hicimos caso a lo que se nos proponía», ha relatado. «Dijeron que el problema era la Constitución, y la enmendamos. Dijeron que el problema eran las leyes, y las cambiamos», ha dicho.

«Dijeron que el problema eran las políticas económicas del país, y las cambiamos. Puede que nos hayamos equivocado y que ellos estén en lo correcto, pero queríamos demostrar que esas propuestas eran falsas», ha indicado. «Ahora dicen que debe haber un diálogo con fuerzas políticas para alcanzar una solución, y decimos que no hay motivos para ello. Que esas fuerzas que se presentan como representantes del pueblo sirio vengan (a Siria) y tendremos un diálogo con ellos sin dudarlo», ha agregado.

En este sentido, ha manifestado que este diálogo «debe ser entre fuerzas políticas sirias independientes, que tengan sus raíces en el país, no como se ha visto con muchas de estas fuerzas, que están vinculadas económicamente y políticamente a actores extranjeros».

Papel de Hezbolá

Por otra parte, Al Asad ha defendido la intervención de Hezbolá en el conflicto en Siria, recalcando que cuenta con «legitimidad», al existir acuerdos con el Gobierno del país árabe para participar en el conflicto. «La diferencia es que Hezbolá entró en Siria a través de un acuerdo con el Estado, que es el representante electo y legítimo del pueblo sirio, apoyado por su mayoría, por lo que el Estado tiene derecho a invitar fuerzas a defender al pueblo», ha sostenido. «Sin embargo, otras fuerzas son terroristas que vinieron para asesinar a sirios contra la voluntad del pueblo y del Estado», ha argumentado Al Assad.

El partido-milicia chií ha mantenido durante el conflicto en Siria su apoyo militar al presidente sirio, violando así la Declaración de Baabda, firmada por todas los partidos políticos del país, que estipula la neutralidad de Líbano ante los eventos en la región, limitando su papel al control de la frontera y el tráfico de armas y combatientes.

Parcialidad de la ONU

El presidente de Siria ha tenido además unas palabras para el representante especial de la ONU para el país, Staffan de Mistura, criticado en las últimas semanas por la «parcialidad» de sus declaraciones. «Para ellos, cada persona que muere es un civil inocente, ya que no hay terroristas ni portan armas. Al mismo tiempo, cuando hay mártires civiles por ataques de los trroristas en Damasco, Alepo o cualquier otra zona del país, no emiten comunicados», ha lamentado.

«Es el papel que se les pide que jueguen, y si no lo hacen, pondrán a otro en su lugar», ha dicho, si bien ha reconocido que «últimamente se han visto comunicados imparciales en los que se habla de muertes entre los terroristas».

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas respaldó la semana pasada el plan de paz diseñado por De Mistura, tras las consultas con las partes en conflicto y otros actores regionales e internacionales.

Esta iniciativa plantea abordar en grupos de trabajo cuatro campos: seguridad, cuestiones políticas y jurídicas, cuestiones militares y de lucha contra el terrorismo, y continuidad de los servicios públicos, reconstrucción y desarrollo.

En este sentido, Al Assad ha apuntado que «para decir si se puede sacar adelante la iniciativa hay que ver si es lógica y si cuenta con los mecanismos necesarios para aplicarla». «La iniciativa en Alepo (para poner fin a los enfrentamientos) era buena, pero no contaba con mecanismos y no se pudo aplicar o proponer ninguno. No pudimos apoyarla, ya que nació muerta», ha zanjado.

El conflicto se ha saldado hasta la fecha con al menos 250.000 muertos y doce millones el número de desplazados a causa del conflicto, cuatro millones de los cuales han buscado refugio en los países vecinos, según los datos que maneja la ONU.