Un ultraortodoxo acuchilla a seis personas en el desfile del Orgullo Gay de Jerusalén

LA VOZ / AGENCIAS

INTERNACIONAL

Las fuerzas de seguridad detuvieron al presunto agresor, que ya apuñaló a tres personas en el desfile de 2005

30 jul 2015 . Actualizado a las 20:00 h.

Al menos seis personas han sido apuñaladas por un ataque cometido supuestamente por un israelí ultraortodoxo en el marco del desfile del Orgullo Gay celebrado este jueves en Jerusalén, han informado los servicios de emergencia locales.

El ataque tuvo lugar en la calle Keren Hayesod y se saldó con al menos seis heridos, uno muy grave y dos graves, según el periódico Haaretz. Las fuerzas de seguridad han detenido al presunto agresor, que no habría contado con la ayuda de otras personas.

Schlissel ya apuñaló a tres personas en el desfile de 2005, en un incidente por el que fue condenado a diez años de cárcel. Tras abandonar la prisión este año, regresó a su ciudad natal, donde repartió planfletos en los que instaba a «todos los judíos fieles a Dios» a tratar de impedir la concentración.

Tanto el Gobierno como la oposición han coincidido en condenar los apuñalamientos. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha subrayado en un comunicado que «la libertad de elección es uno de los valores básicos» de Israel, donde todos los ciudadanos deberían poder «vivir seguros independientemente de lo que elijan».

La presidenta de la asociación defensora de los homosexuales Casa Abierta, Dana Sharon, aseguró a Efe que, en lugar de disolver el acto, su organización ha llamado a los participantes a quedarse allí concentrados en rechazo al ataque.

El presidente de Lehava, organización extremista judía que convoca cada año una contra-manifestación a la marcha gay, Benzi Gobstein, negó a Efe que sus seguidores estuviesen involucrados en el incidente. «No tiene que ver con nosotros. Nosotros no apoyamos la violencia y no creemos que ningún judío tenga que apuñalar a ningún judío», declaró.

La Policía había desplegado un amplio dispositivo de vigilancia para impedir ataques durante la marcha, a la que estaba previsto que asistieran unas 5.000 personas. Las autoridades habían permitido una concentración paralela de 30 ultraderechistas.