Condenado a muerte uno de los hijos de Gadafi

La Voz AGENCIAS

INTERNACIONAL

SABRI ELMHEDWI | EFE

Fue sentenciado en rebeldía por crímenes de guerra durante la revuelta de 2011

28 jul 2015 . Actualizado a las 13:25 h.

El tribunal de lo penal de Trípoli, Libia ha condenado a muerte a Saif al Islam Gadafi, el hijo mayor del dictador libio Muamar Gadafi, y a otros ocho altos cargos y funcionarios destacados de su régimen. Saif al Islam ha sido juzgado por rebeldía y los crímenes de guerra cometidos durante la revuelta de 2011 que acabó con el régimen del coronel Gadafi, que murió a manos de milicianos rebeldes libios en Sirte el 20 de octubre de 2011.

La corte dictó también la pena capital para el exjefe de los servicios secretos del dictador, Abdala al Sanusi, y el último primer ministro del régimen de Gadafi, Al Baghdadi al Mahmudi. Fueron condenados también el expresidente de los servicios secretos exteriores, Abuzid Omar Durda; el antiguo responsable de Guardia Popular, Mansur Du; y el expresidente de Seguridad Interior, Milad Raman. Todos condenados por su vinculación con la represión que siguió al levantamiento popular armado en febrero de 2011 y que desembocó en la caída del régimen gadafista en octubre de ese mismo año.

Sólo cuatro de los 38 acusados no fueron condenados a muerte, entre ellos el exministro de Relaciones Exteriores Abdelah Al Aati.

El primogénito de Gadafi no asistió a las nueve sesiones anteriores del tribunal, que siguió por videoconferencia. Considerado durante mucho tiempo heredero político de su padre, Seif al Islam fue detenido en la ciudad de Zintán, a 159 kilómetros al suroeste de Trípoli, por las milicias que se han negado siempre de entregarlo al Gobierno de Trípoli desde su captura en noviembre de 2011. La mayoría de los otros acusados fueron detenidos en Trípoli, ciudad controlada por la milicia islamista de Fayer Libia (Amanecer de Libia), afín al gobierno rebelde de Trípoli.

Seif al Islam Gadafi había sido llamado por la Corte Penal Internacional para ser juzgado por crímenes contra la Humanidad, aunque las autoridades rechazaron su entrega con el argumento de que el juicio del hijo del dictador, su sucesor, era un derecho del pueblo libio.