La Justicia de Chile reabre uno de los crímenes más salvajes de la dictadura

La Voz BUENOS AIRES / COLPISA

INTERNACIONAL

El ataque, que intentó revestirse de accidente, provocó gran conmoción en todo el mundo

25 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras 29 años de impunidad, la justicia chilena procesó ayer a siete militares retirados por su participación en una salvaje agresión a dos jóvenes que fueron quemados vivos tras una protesta durante la dictadura de Pinochet. El ataque, que intentó revestirse de accidente, provocó gran conmoción en todo el mundo.

La resolución del juez se precipitó después del interrogatorio a dos antiguos oficiales y cinco suboficiales que habían sido arrestados el martes y que fueron identificados como autores de la muerte de Rodrigo Rojas de Negri y del intento frustrado de homicidio de Carmen Gloria Quintana en 1986. Según el juez, «hay datos que permiten procesarlos por homicidio calificado». Del total de imputados, seis serán procesados como autores del crimen y uno, el chófer, como cómplice. Los acusados quedaron detenidos en un batallón de la Policía militar en Santiago.

El procesamiento fue posible tras el cambio en la declaración de Fernando Guzmán, que formó parte de la patrulla que detuvo a los jóvenes el 2 de julio de 1986. Guzmán declaró que la patrulla de militares detuvo a Rojas y a Quintana, los roció con gasolina, les prendió fuego con un encendedor y más tarde los lanzó a una zanja en un suburbio de la capital.