El asesino de Nisman se lavó literalmente las manos

Efe BUENOS AIRES

INTERNACIONAL

Alberto Nisman, en una imagen de archivo.
Alberto Nisman, en una imagen de archivo. MARCOS BRINDICCI | Reuters

El perito de la familia asegura que el autor del crimen se lavó en el baño

22 jul 2015 . Actualizado a las 20:51 h.

Daniel Salcedo, perito de la familia del fiscal argentino asesinado, Alberto Nisman, fue más allá de la hipótesis de homicidio que mantiene desde hace meses y sostuvo en la reunión de la junta médica con la fiscal Viviana Fein que el homicida de Nisman usó el lavabo «para lavarse las manos» y manchó la puerta del baño. El perito reiteró en su última declaración ante la fiscal a cargo de la investigación, que «la ausencia de determinadas manchas de sangre» en el baño del apartamento de Nisman, donde fue hallado su cadáver con un tiro en la sien el 18 de enero, demuestra que hubo otra persona con él.

De acuerdo a la información publicada hoy por el diario Clarín, Salcedo presentó ante Fein una animación digital para demostrar que Nisman fue asesinado, puesto que las manchas de sangre tenían una «proyección descendente» y «un punto de inicio a 60 centímetros de altura, casi medio metro por encima de donde quedó ubicada la cabeza de la víctima».

El perito especificó además que el presunto asesino se situó detrás de Nisman, a la derecha y de pie, mientras que el fiscal se encontraba con una rodilla en el suelo frente a la bañera. Para Salcedo, las manchas de sangre pudieron haberse generado cuando el supuesto homicida se sacudió las manos, lo que «tiene que haber sido antes de lavarse».

La revelación de estos nuevos datos sobre la causa llega un mes después de la presentación del informe de la junta criminalística ante la fiscal Fein, que no llegó a una conclusión unánime, ya que los peritos de la Unidad Criminalística de la Policía Federal descartan la existencia de otra persona en el lugar.

Alberto Nisman, fiscal en la investigación del atentado de la mutualista judía AMIA en el que fallecieron 85 personas en 1994, fue encontrado muerto en su apartamento cuatro días después de denunciar a la presidenta argentina, Cristina Fernández, de presunto encubrimiento de terroristas.