Tsipras urge a su grupo a apoyarle para poder continuar como primer ministro

Agencias LA VOZ / REDACCIÓN

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El ministro griego de Economía, Euclides Tsakalotos, en el Parlamento
El ministro griego de Economía, Euclides Tsakalotos, en el Parlamento ORESTIS PANAGIOTOU | Efe

Manifestantes lanzan cócteles molotov a la policía en Atenas en las protestas contra el acuerdo para el tercer rescate. Tsakalotos confiesa que la firma del acuerdo fue «una decisión que me pesará toda mi vida»

16 jul 2015 . Actualizado a las 00:43 h.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha urgido a su grupo parlamentario que mantenga la unidad y respalde al Gobierno en la votación de este miércoles, y aseguró que si no logra el apoyo de sus filas a las medidas que los socios han impuesto a cambio del rescate, le será «muy difícil» continuar en el cargo. «Si no tengo el apoyo del grupo parlamentario, mañana me será muy difícil seguir como primer ministro», aseguró Tsipras en el discurso de clausura del grupo parlamentario de Syriza.

Poco antes de que empezara el debate sobre el texto de reformas, que el Parlamento debe aprobar este miércoles, Tsipras manifestó ante su partido que «ha agotado» todas las posibilidades de la negociación y ha examinado todas las alternativas y pidió a los que no estén de acuerdo que propongan una alternativa eficaz. Pidió además a los diputados mantener la unidad del partido en estos momentos «históricos», «difíciles» y «críticos», según indicaron fuentes del Gobierno.

En los últimos días varios miembros de Syriza, entre ellos la presidenta del Parlamento, Zoé Konstandopulu, calificaron la firma del acuerdo de «capitulación». Este mismo miércoles, la ministra adjunta de Finanzas, Nadia Valavani, presentó su dimisión por no poder apoyar las condiciones vinculadas al nuevo rescate. También han anunciado su dimisión el secretario general de Seguridad Social, Yorgos Romaniás, y el secretario general de Economía, Manos Manusakis.

Entre los ministros disidentes que, en cambio, se niegan a dimitir figura el de Energía, Panayotis Lafazanis, quien ha vuelto a recalcar hoy que no va a respaldar el acuerdo pero que no piensa dimitir. En declaraciones a los medios antes de entrar en el Parlamento, Lafazanis afirmó que «apoyamos al Gobierno, pero no vamos a votar las medidas», aunque añadió que la «unidad» de Syriza «no está en peligro».

Tsakalotos: «Fue la decisión más difícil de mi vida»

También el ministro de Finanzas griego, Euclides Tsakalotos, ha pedido el voto del Parlamento con los socios europeos, aunque ha incidido en que nunca se dijo, por parte del Gobierno, que «fuera un buen acuerdo», sino que «no había otra alternativa». El miembro de Syriza, que ha mostrado sus dudas sobre si el pacto dará frutos positivos, también ha confesado que su firma supuso la decisión más difícil de su vida.

 «La mañana de lunes fue el día más difícil de mi vida. No sé si hicimos lo que debíamos hacer. Sé que no teníamos alternativa», aseguró Tsakalotos al inicio del debate en el Parlamento griego sobre la firma del acuerdo, antes de confesar que «la decisión sobre este pacto me pesará toda mi vida».

Ante las preguntas de los diputados sobre la efectividad de las reformas, Tsakalotos mostró sus dudas: «¿Habrá nuevas relaciones entre la economía y el Estado? ¿Habrá nuevas fuentes de financiación de inversiones? No lo sé», señaló el ministro. «Lo único que sé es que si no luchamos contra el sistema político pasado, si la izquierda no lo hace no tendremos éxito», resaltó.

Además, el ministro de Finanzas se mostró decepcionado con la Unión Europea que pudo percibir durante las duras negociaciones del fin de semana: «No quiero ocultar que mis sentimientos hacia Europa ya no son los que eran antes», sobre todo en la manera en que las autoridades comunitarias se han enfrentado a la prueba de «respetar» la «democracia».

Protestas en las calles de Atenas

Mientras, en el exterior del Parlamento, miles de personas se han manifestado en el centro de Atenas para protestar contra el paquete de medidas acordado entre el Gobierno griego y los acreedores. La confederación de sindicatos del sector público (ADEDY), que había convocado una huelga de 24 horas contra el acuerdo, reunió en la plaza de Syntagma, donde se encuentra la sede del Parlamento, a unas 2.500 personas, según cifras de la policía.

En esta plaza se produjeron incidentes aislados cuando un grupo de personas, que no pertenecía a la manifestación y de ideología anarquista, según la policía, lanzó cócteles molotov a los agentes que respondieron con gases lacrimógenos. El citado sindicato ya había organizada por la mañana una manifestación en el centro de la capital griega, en la que los manifestantes portaban pancartas con lemas como «No a los rescates, no a la austeridad, no al robo de Hacienda y no a la privatización», una imagen que se ha repetido en la marcha vespertina.

El paro, el primero que se convoca bajo el mandato del izquierdista Syriza, ha tenido escaso seguimiento, según confirmó el portavoz de ADEDY. Salvo en los hospitales, la huelga apenas ha sido visible para el ciudadano, pues los autobuses y tranvías funcionaron con normalidad y el metro solo ha parado durante la noche. También hubo una manifestación de PAME, el sindicato ligado al partido comunista griego KKE, que congregó a cerca de 10.000 personas, de acuerdo con la policía, en la plaza de Omonia, muy cerca de Syntagma.

Los comunistas se han opuesto a la aprobación del paquete de medidas y han asegurado que votarán en contra hoy en la Cámara.