El FMI estima que el rescate griego no será viable sin quita de la deuda

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

YIANNIS KOURTOGLOU | reuters

Propone alargar los períodos de carencia y extender los vencimientos

15 jul 2015 . Actualizado a las 08:14 h.

Ningún rescate a Grecia será viable sin una quita de la deuda helena. Lo advirtió con insistencia el primer ministro griego, Alexis Tsipras, durante los cinco meses de negociaciones entre Atenas y la troika, y ahora es el Fondo Monetario Internacional (FMI) el que vuelve a enviar el mismo mensaje. En un informe confidencial filtrado ayer a la agencia Reuters y enviado a los socios de la eurozona el lunes, el organismo capitaneado por la francesa Christine Lagarde insiste en que el plan orquestado por la zona euro para mantener a Grecia a flote durante los próximos tres años hace aguas.

Durante la cumbre del último fin de semana se fijaron las necesidades financieras del país heleno en 89.000 millones de euros para los próximos tres años. Sin embrago, el paquete de ayuda europea apenas sobrepasará los 40.000 millones. Algunos confían en el proceso de privatizaciones de activos públicos que tendrá que emprender Grecia y en que su vuelta a los mercados permita a Atenas devolver todas las facturas. Dada la estrepitosa situación en la que se encuentra la Hacienda griega, las pobres expectativas de crecimiento y el deterioro económico que ha sufrido el país en estos cinco meses, con corralito incluido, el FMI cree que no es realista pensar que el rescate tendrá éxito. Según los cálculos que realiza, cree que será necesario alargar los períodos de carencia hasta los 30 años, extender mucho más los vencimientos de deuda y acometer transferencias fiscales cada año al país para que Atenas pueda ir devolviendo las facturas. «El dramático deterioro de la sostenibilidad de la deuda hará necesaria una quita o alivio que tendrá que ser mucho mayor de lo que se ha considerado hasta el momento», reza el documento.

Las advertencias se podrían pasar por alto si no fuese porque los países europeos esperan que el FMI ponga unos 16.400 millones de euros en el tercer rescate griego. Sin embargo, el organismo podría negarse si no le garantizan un plan creíble para recuperar los fondos que preste. A la vista del informe, Lagarde no se fía de los europeos. Un no del FMI podría echar al traste el rescate griego ya que países como Alemania, Finlandia y Holanda exigen que forme parte del programa de asistencia.

¿Aceptarán los halcones del euro la quita que recomienda el Fondo? No, al menos por el momento. Solo alcanzan a aceptar una reestructuración de la deuda alargando plazos de devolución. La canciller alemana, Angela Merkel, fue tajante al respecto. «No habrá quita». Atenas deberá devolver hasta el último céntimo. «Hemos sido demasiado generosos», se quejaba un alto funcionario alemán tras la eurocumbre. «Con sus bancos», matizaba resignada la contraparte griega.

El FMI no es el único en poner en cuestión el plan ideado fundamentalmente por Berlín y que, según muchos, pondrá a Grecia y a la zona euro en otro aprieto más pronto que tarde. El comisario europeo de Economía, Pierre Moscovici, asegura que el texto firmado es un «buen acuerdo» pero advirtió ayer en un comunicado que «si la desconfianza excesiva nos llevó a pedir lo imposible a Grecia, será perjudicial para todos».