El PP vincula a Podemos con Syriza y lo acusa de defender el corralito

La Voz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Los partidos españoles se critican por querer sacar tajada electoral de Grecia

07 jul 2015 . Actualizado a las 04:00 h.

Los dirigentes de los partidos españoles cruzaron ayer reproches por la actitud que han mantenido ante el referendo en Grecia. Todos coinciden en que sus adversarios han intentado sacar rédito del resultado de la votación, según sus intereses. En el PP, también dejan abiertas las puertas abiertas a la negociación, al igual que el Gobierno, siempre que las autoridades griegas presenten un plan de reformas y sean conscientes de que hay cosas que no se pueden hacer.

Es lo que dijo la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, quien subrayó que «cada uno es responsable de lo que se compromete a hacer con los electores y con los ciudadanos de su país». Por su parte, el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, llamó la atención sobre lo que considera una estrategia equivocada de los políticos partidarios del no. «Si vencer es ir al cajero y no poder coger de tus ahorros más que sesenta euros, la ciudadanía española sabrá que esa victoria no nos conviene», añadió.

Al término de una reunión del comité de dirección popular, Casado advirtió a Podemos que «cada uno busca sus socios» pero que es «muy mal compañero de viaje envolverse en la bandera de la ciudadanía que sufre un corralito». En su opinión, a España «no le conviene en absoluto seguir las políticas de Syriza». Cree que las políticas «populistas» basadas en «prometer lo imposible e impagable conducen a la frustración y la miseria».

El líder de la formación aludida, Pablo Iglesias, destacó que el no griego es «un sí a Europa» y a un proyecto europeo que ponga fin a las políticas de recortes que «han demostrado ser un fracaso». A su juicio, es el momento de buscar un acuerdo sensato que sea aceptable para Grecia y para los socios de la UE y ha señalado que «le toca mover ficha» a la familia de la socialdemocracia europea, especialmente a Francia e Italia. Iglesias criticó la actitud del PSOE, del que ha dicho que en Europa está «demasiado cerca de aquellos que nos llevaron a la crisis».

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, acusó tanto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como a Podemos de intentar «instrumentalizar en su beneficio el sufrimiento de los griegos» para obtener rédito político y electoral. Esa actitud es injusta con los ciudadanos griegos e irresponsable con los españoles, según Sánchez, quien hizo hincapié en que «España no es Grecia», pero añadió que «lo que ocurre, nos afecta y mucho».

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, también se mostró equidistante entre el Gobierno y Podemos, al criticar que Rajoy ha hecho una lectura de la crisis «pensando solo en la calculadora electoral», así como el «extremismo» de partidos como Podemos porque, ha dicho: «Hoy no hay nada que celebrar, ha sido un revés». Rivera apostó por el diálogo entre el país heleno y la UE y ha advertido de que la salida de Grecia del euro acabaría repercutiendo en la economía española.

El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, afirmó que lo ocurrido en Grecia «ha abierto una brecha muy importante» para que otros países europeos puedan adoptar una postura similar. «Es la primera vez en nuestra historia democrática que un Gobierno, de izquierdas, ha plantado cara a la política especulativa de la deuda, y probablemente no va a ser la última», señaló.

«En caso de producirse la salida del euro habría una ruptura social»

La esperanza de Miguel Otero es que Grecia continúe en el euro. El porqué lo tiene claro. «La economía política del referendo de Grecia explica un poco el tema de acreedores y deudores. Los barrios más ricos de Atenas parece que votaron a favor de aplicar lo que pedía Europa. Las clases asentadas eran las que tenían más que perder. En cambio, los jóvenes endeudados no tienen tanto y votarían por el no. Pese a ello en las últimas semanas hemos visto mucha paz social en Grecia. Estamos en un momento de unidad popular. El referendo no era sobre el euro. Era sobre las propuestas de la UE y el elemento que une a los griegos es el nacionalismo. Ahora no hay fractura entre la población. Pero en el caso de que se produjese la salida del euro habría una ruptura social».

-¿Qué implica que se vaya Varufakis?

-Estaba usando unas formas problemáticas. Sacándolo del medio, Tsipras muestra a todos sus interlocutores que está dispuesto a llegar a un acuerdo.