Renzi amenaza con un plan B sobre inmigración ante una UE «egoísta»

María Signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

JEAN-PIERRE AMET | Reuters

El primer ministro italiano reclama que Europa cambie las leyes de asilo

15 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Matteo Renzi ha amenazado con endurecer la política sobre inmigración de Italia, si Europa no se muestra más solidaria. Una línea dura confirmada por el ministro del Interior, Angelino Alfano, que anunció que «Italia cambiará de comportamiento» ante «una Europa egoísta». El presidente de Gobierno italiano explicó que tiene preparado un plan B aunque no especificó en qué consiste, si en la cumbre de la UE que se celebrará el 25 y el 26 de junio, no hay cambios en las leyes sobre asilo político.

«Debemos cambiar los principios del tratado de Dublín II», declaró al Corriere della Sera, en la que además calificó de «insuficiente» y «casi una provocación» la propuesta de repartir solo a 24.000 solicitantes de asilo sirios y eritreos residentes en Italia entre los estados de la UE.

En los próximos días Renzi se reunirá con el primer ministro David Cameron y el presidente Françoise Hollande, y mantendrá contactos con la canciller Angela Merkel y Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, para intentar llegar a un acuerdo sobre inmigración. Renzi insiste además en que «la comunidad internacional es responsable de lo que ocurre en Libia», de donde paren las pateras que llegan a la costa italiana y por ello no se le puede dar la espalda a ese país.

Italia considera que el sistema de cuotas no soluciona el problema ya que hasta ahora han llegado al país más de 57.000 inmigrantes a los que hay que sumar unos 16.000 llegados a Grecia. Según Renzi, son sustancialmente los mismos números del pasado año cuando a mitad de junio habían llegado casi 54.000 personas. A final de año calcula que serán más de 150.000.

Crisis en la frontera

El problema se ha agravado por el cierre de las fronteras de Alemania, Francia y Austria a causa de la pasada cumbre del G7. Renzi recordó que estos inmigrantes no quieren quedarse en Italia y tienen billetes de tren hacia destinos del norte de Europa.

A la espera de que hoy se abran las fronteras, Italia ha tenido que improvisar campos de acogida para las personas atrapadas en sus estaciones y fronteras. En la estación central de Milán, los inmigrantes han sido desalojados y ubicados en «cubos» de plexiglás que se usan como espacios comerciales, aunque muchos han preferido pasar la noche en los jardines y en la plaza.

En Roma se ha instalado una gran tienda con capacidad para 150 personas mientras las mujeres y niños han sido acogidos en un centro cercano a la estación Tiburtina. Sobre las rocas del puerto y bajo mantas isotérmicas pasaron la noche unas 40 personas que no han querido alejarse del puesto fronterizo franco-italiano de Ventimiglia, mientras otro grupo se cobijaba de la lluvia en un túnel.