«¿A quién avisamos si te conviertes en un mártir?»

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Entre los papeles desclasificados de Bin Laden hay un cuestionario para yihadistas con el que tanteaban su predisposición al suicidio

22 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Como si se tratara de la engrasada maquinaria del departamento de recursos humanos de una gran empresa, Al Qaida sometía a los nuevos yihadistas que llegaban a Afganistán o Pakistán a un extenso cuestionario diseñado para evitar infiltrados, inventariar capacidades de cara a la guerra global o tantear su disposición a protagonizar una operación suicida. Entre los documentos de Bin Laden que han sido desclasificados estos días figura este formulario de seis páginas, con una marca de agua en la que aparecen varios Kalashnikov agrupados que forman parte del sello del Comité de Seguridad de Al Qaida, encargado de gestionar la entrada de nuevos miembros en la organización.

Los nuevos fieles de Bin Laden llegaban a la «tierra de la Yihad» y debían responder a un interrogatorio escrito en el que, entre otros asuntos, se interesaban por un contacto familiar para comunicar la eventual muerte del activista. «¿A quién avisamos si te conviertes en un mártir?», preguntaban, dejando espacio para la dirección y el número de teléfono. «¿Deseas ejecutar una operación suicida?», les planteaban un poco antes. Curiosamente, en una carta de Bin Laden dirigida al pueblo estadounidense les reprocha que sus soldados se suiciden en el frente, mientras que ellos no. «Ni uno solo de los nuestros se ha suicidado, pero cada treinta días treinta soldados estadounidenses se suicidan», escribía el líder de Al Qaida.

Quienes diseñaron el cuestionario tenían varios objetivos. Por un lado, detectar las habilidades de los nuevos candidatos. Les interpelan por los idiomas que dominaban, su nivel educativo, sus viajes a países occidentales, si fueron entrenados militarmente o si tenían conocidos que fueran «expertos en química o comunicaciones», dos asignaturas cruciales en la facultad del terrorismo.

También querían conocer los niveles de influencia de los aspirantes en entornos gubernamentales. Evitaban la infiltración de agentes enemigos preguntando detalles sobre cómo llegaron a la zona de conflicto, pero en paralelo sondeaban posibilidades de encontrar infiltrados en distintas administraciones. «¿Tienes amigos que trabajen para el Gobierno? ¿Estarían dispuestos a cooperar con nosotros?»

En otro documento titulado La franquicia del terror, el comandante de la facción somalí de Al Qaida muestra su satisfacción por los atentados del 11-M en Madrid y por la posterior reacción del electorado forzando un cambio de gobierno. Las bombas, que provocaron 190 muertos y cerca de 2.000 heridos, «condujeron, por la gracia de Alá, a que los españoles comprendieran el mensaje».

El papel

Formulario para aspirantes. A la izquierda y abajo, dos de las seis páginas del cuestionario elaborado por el comité de seguridad de Al Qaida para valorar las aptitudes de los aspirantes a yihadistas.

En otro documento, el líder somalí de Al Qaida se muestra satisfecho de los atentados de Madrid