Macedonia se planta en la calle para echar al primer ministro

leticia álvarez SKOPIE / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

VALDRIN XHEMAJ | Efe

Rusia acusa a EE.UU. y la UE de querer reproducir el conflicto de Ucrania

18 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Besim, albanés, y Dazko, macedonio, forman parte de la generación de estudiantes que está desde hace 11 días en primera línea de las manifestaciones para exigir la dimisión del primer ministro, Nikola Gruevski. Empuñan sus banderas al grito de dimisión y victoria. Junto a ellos, partidos de la oposición y embajadores europeos lideran la primera línea de una protesta histórica.

Es la primera vez desde su independencia que la República de Macedonia olvida sus diferencias étnicas para hacer frente a la crisis que azota el país. «Estoy aquí por el totalitarismo de nuestro primer ministro, es un mafioso», explica Dazko. «Todo está corrupto, todo, incluso los partidos albaneses que están en la coalición del Ejecutivo», añade Besim empuñando una bandera albanesa.

El pasado febrero el Partido Socialdemócrata, la principal fuerza de la oposición, acusó al Gobierno de realizar escuchas ilegales a más de 20.000 personas. Las grabaciones que se han publicado hasta la fecha vinculan a miembros del Gobierno con supuestos casos de fraude electoral y encubrimiento del asesinato de un joven de 22 años en 2011 como resultado de la tortura policial. Gruevski negó las acusaciones.

Las 20.000 personas que ayer se reunieron frente a la sede del Gobierno levantaron sus manos para mostrar su intención de crear un movimiento pacífico que seguirá con una acampada para forzar la salida del primer ministro. «No nos vamos a mover de aquí», explica Trajancho. Pero muchos coincidían en que Gruevski no dimitirá. «No he visto ningún dictador derrocado con unas protestas pacíficas», explicaba Lazar, un estudiante de Derecho en la Universidad de Macedonia. No era el único. «No sé cómo podemos echar a este dictador, no queremos violencia pero sabemos que aquí sentados frente a su despacho no lo conseguiremos. Necesitamos ayuda», apunta una joven que trabaja en el sector público y no quiere dar su nombre. Muchos señalan a Europa como posible mediadora, pero la única opción que la oposición ha puesto sobre la mesa es la dimisión del primer ministro.

La mano rusa planea también. En un comunicado oficial del Kremlin señala directamente a Occidente de intentar provocar una «revolución de color» para desestabilizar el país, comparando el escenario con el conflicto de Ucrania. Y acusa a EE.UU. y sus aliados de estar detrás de la violencia desatada entre las fuerzas de seguridad y grupos armados albaneses en el norte. Dentro de este tablero geopolítico el primer ministro ha preparado ya su contraofensiva con una manifestación que reunirá hoy a sus seguidores.