«No hay familia armenia que no tenga un muerto en el genocidio»

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

PACO RODRÍGUEZ

Los armenios que viven en Galicia recuerdan a las víctimas de hace cien años

24 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Han pasado cien años, pero la herida continúa abierta. No es una cuestión de rencor. Es un asunto de justicia el reconocer que lo ocurrido a los armenios entre 1915 y 1923 fue un verdadero genocidio. Es lo que piensa Anna Mirzoyam. Llegó a A Coruña en el año 1994. «Vine aquí buscando una vida mejor porque en aquella época en Armenia no iban bien las cosas. Teníamos únicamente una hora de luz al día. ¿Cuántas cosas teníamos que hacer en esa hora? No podíamos hacer nada porque los suministros energéticos venían desde Azerbaiyán y allí la mayor parte de la población es musulmana o turca. Todavía nos hacían boicot», explica.

Aunque lleva más de dos decenios en Galicia, tiene muy presente la realidad que vive su país. Esta pianista y profesora de música viajará esta tarde a Ferrol para rendir homenaje al más de millón y medio de armenios que fueron masacrados por el imperio otomano. Para algunos, aquello fue el mayor genocidio de la historia moderna, solo superado por el Holocausto. Otros aún no lo reconocen como tal. Eso duele a la población de ese estado del Cáucaso porque un centenar de años después el duelo continúa. Es profundo. Por eso, Anna no será la única que acudirá a Ferrol. La comunidad armenia de Galicia -una treintena de personas- se dará cita esta tarde en la sede del PSOE vestidos de negro. Recordarán a sus muertos, hablando, cantando, bailando, tocando el duduk..., coincidiendo con el inicio de la matanza.

Como dice esta mujer «no hay familia armenia que no tenga un muerto en el genocidio». Recuerda cómo su abuela contaba que debajo de su casa estaban enterrados sus abuelos, cómo los otomanos entraban en las casas, los sacaban afuera y los mataban. Y le entristece pensar que fruto de aquellos días «hay más armenios fuera que dentro del país». Le gustaría que se pidiera perdón, que aquello fuera reconocido por todos. Resulta complicado, porque tendría que devolver las tierras con las que se quedaron, reconocer un acto brutal. Pero también dice que es verdad que no todo es rivalidad porque «hay gente en Turquía que se avergüenza».

Proclaman mártires al millón y medio de asesinados

El pueblo armenio fue el primero en adoptar el cristianismo como religión nacional. Ayer la Iglesia Apostólica Armenia, la más antigua del mundo, proclamó como mártires al millón y medio de personas que fallecieron a manos del imperio otomano. La mayor parte murieron entre 1915 y 1923 tras ser deportados a zonas desérticas de Siria o Mesopotamia. La ceremonia fue celebrada al aire libre cerca de la catedral de Echmiadzim. En ese lugar se reunieron familiares de los muertos con armenios llegados de todo el mundo. Los restos de los fallecidos están enterrados en un osario que es un centro de peregrinación para las ciudadanos de este país.

El «mea culpa» de Alemania

Alemania reconoció por primera vez su responsabilidad en el genocidio como aliado de los otomanos. «Soldados alemanes participaron también en la planificación», dijo el presidente germano, Joachim Gauck.