Escándalo en Alemania por la compra de miles de fusiles de asalto «inservibles» para el Ejército

juan carlos barrena BERLÍN / COLPISA

INTERNACIONAL

La dirección de Heckler & Koch asegura que el G36 cumple las directrices establecidas en la firma del contrato de suministro con el Bundeswehr

24 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Made in Germany no siempre es sinónimo de calidad. Prueba de ello es el nuevo escándalo que sacude al Bundeswehr, el Ejército federal, a cuenta del fusil de asalto G36 de Heckler & Koch, el mismo que utilizan los militares españoles, la Guardia Civil y la Policía Nacional. La ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, reconoció ante la Comisión de Defensa del Bundestag que es un arma «inservible» y que «carece de futuro» en el Ejército, que dispone actualmente de 176.000 unidades. Los 180 millones que costaron acabarán tarde o temprano en la basura.

La ministra cerró así varias semanas de debate político y años de quejas de los militares. Según medios alemanes, el antecesor de Von der Leyen y hoy titular de Interior, Thomas de Maizière, ya conocía en el 2012 de los problemas de precisión del arma cuando se recalienta por un uso continuado o cuando la temperatura externa es muy elevada. Pese a todo, la alta oficialidad del Bundeswehr no dio la voz de alarma hasta el 2014, y desde entonces se encargaron varios peritajes. El último confirma que tras disparar dos cargadores el nivel de acierto baja a un 53 %, cuando la exigencia mínima es del 90 %. La conclusión del estudio es demoledor: el G36 muestra «apreciables fallos de capacidad» cuando se trata de garantizar la «supervivencia y aguante» de los soldados y pone en peligro sus vidas.

Pese a las advertencias, De Maizière siguió comprando armas durante su mandato. El semanario Der Spiegel señala que en el 2012 el ministro recibió un documento de los expertos en su departamento en el que se aseguraba que el G36 «es básicamente apto para las exigencias de las misiones» y se le aseguró que las posibles limitaciones del arma cuando se recalienta estaban siendo «objeto de una investigación». La revista asegura que el Ministerio de Defensa ocultó al Parlamento esos problemas e incluso los negó en un escrito.

La dirección de Heckler & Koch asegura que el G36 cumple las directrices establecidas en la firma del contrato de suministro con el Bundeswehr a mediados de los noventa. Recuerda que no se habló en aquella época de la necesidad de un arma de respuesta a combates con un alto nivel de tiro y un fuerte consumo de munición, ya que los militares germanos no participaban aún en misiones internacionales.