«Cuanto más alto sea el muro, más peligroso será el modo de saltarlo»

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

PACO RODRÍGUEZ

Nancy Wonders, catedrática de Criminología y Justicia penal de Northern arizona, aboga por crear un ente ajeno al Frontex para ayudar a inmigrantes

24 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando Nancy Wonders comenzó a trabajar sobre inmigración en el estado norteamericano de Arizona y a escuchar el testimonio de personas que habían vivido la experiencia de verse obligadas a abandonar sus hogares para sobrevivir o para buscar una vida mejor descubrió la raíz del problema y continuó profundizando en busca de una solución. Por eso cree que escuchar testimonios como los que ella oyó ayudaría a que mucha gente cambiara su concepto de inmigración. La catedrática de Criminología y Justicia Penal de la Northern Arizona University ofreció ayer en la Facultade de Dereito de la Universidade de A Coruña (UDC) una conferencia titulada «Desigualdades Globais, Novos Confins do Sufrimento e as Fronteirras da (in) xustiza». Lo que tiene claro es que la inmigración es un problema global producto de la desigualdad. Como tal, no debe ser tratado como un delito porque es un asunto humanitario.

-Lo que está ocurriendo en el Mediterráneo no es nuevo. Es una catástrofe humanitaria que lleva años latente. ¿Qué tienen que hacer ante esto los países de la UE o los países desarrollados en general?

-La inmigración es un problema global, no de un país. Hay muchos puntos comunes entre la inmigración a Estados Unidos, la que llega a Europa o la que va a Australia. Lo primero que hay que hacer es ayudar a esas personas, que tienen razones poderosas para tener que salir de sus países. Rescatarlas es nuestra responsabilidad. ¿O acaso negaría ayuda a alguien que se le acerca y se la pide directamente?

-En estos momentos no hay ningún organismo en Europa que tenga el mandato de salvamento. ¿Debería asumirlo el Frontex?

-El Frontex nació con un espíritu de vigilancia, de control de fronteras. Deberían de crear otra entidad, a escala europea o de Naciones Unidas, para ayudar y dar refugio a toda esa gente que está saliendo de sus países. Porque hay que preguntarse por qué están huyendo de allí. Cuanto más alto sea el muro que ponemos para frenar la entrada de esos flujos de personas, mucho más peligroso será el método que utilizarán para saltarlo. Porque la gente continuará queriendo venir. Incrementar las medidas de seguridad para frenar la inmigración es una solución pobre.

-¿Qué opina de la idea lanzada por Renzi de usar drones para acabar con las mafias?

-Es un error. No puede dedicarse tanto presupuesto a la fabricación de medios militares como esos porque este es un problema humanitario. Normalmente resulta habitual que las mafias trabajen de acuerdo con los agentes de los países por los que pasan los emigrantes. En caso de atacarlos de esa manera, buscarán otros caminos para traer a la gente.

-La mayor presencia de los partidos de extrema derecha en el norte de Europa impide que se llegue a un acuerdo sobre políticas de inmigración en Europa. ¿Habría que emprender una labor educativa en ese sentido?

-Es muy importante que se entienda en los países occidentales la importancia que tiene la inmigración para el desarrollo económico, como una forma para sustituir la escasa natalidad que hay en algunos países como España, por ejemplo. Además de intentar explicar por qué vienen. Luego hay una cuestión que debemos plantearnos. ¿Qué diferencia hay entre un turista y un inmigrante? La respuesta es clara, el dinero. Por tanto, este es claramente un problema de desigualdad.