El general pelirrojo de puño de hierro

INTERNACIONAL

18 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Al Duri fue uno de los rostros más terroríficos del régimen de Sadam Huseín. Su fama de duro e implacable la ganó a pulso por su obediencia ciega al dictador y por su puño de hierro como estratega militar. Él llevó a la práctica el ataque, diseñado por Alí el Químico, con gas sarín y una primitiva versión de gas mostaza contra los kurdos de Halabja en 1988 que dejó 5.000 muertos. Pero el rostro del general pelirrojo saltó a la palestra internacional cuando la invasión de Kuwait el 2 de agosto del 2000. Al Duri apareció en el balcón del palacio presidencial de Bagdad el 31 de diciembre de ese año acompañando al dictador mientras este celebraba la victoria disparaba al aire con su escopeta. Dieciséis días después la coalición liderada por EE.UU. bajo el paraguas de la ONU salió en defensa de Kuwait.

Sadam y Al Duri sobrevivieron a la derrota en la primera guerra del Golfo. Pero la invasión ordenada por George W. Bush en el 2003 fue otra cosa. La orden fue entonces acabar con ellos. Alí el Químico y Sadam terminaron sus días en la horca como mucho de los 55 de la baraja.

Al Duri se erigió como jefe de la resistencia a los invasores desde la entrada de las tropas estadounidenses y logró zafarse de ser capturado. Se le ha dado muchas veces por muerto, ahora habrá que esperar a las pruebas de ADN.