Nace Arlet, hija del vecino de A Coruña que murió en el avión de Germanwings

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

FRANCIS MALENFER | AFP

«Su padre no puede abrazarla y eso es muy gordo», lamenta Esther, abuela de la niña

03 abr 2015 . Actualizado a las 11:47 h.

La vida se abre camino en medio de la devastación. En la madrugada del martes al miércoles, víspera de Jueves Santo, vino al mundo en un hospital catalán Arlet Sabaté Carceller. No es un nacimiento cualquiera; esta niña es la hija de Josep Sabaté Casellas, el vecino de A Coruña que murió en el Airbús de Germanwings que el copiloto Andreas Lubitz pulverizó contra los Alpes.

Arlet es la esperanza y la alegría de una familia destrozada y sumida en el desconsuelo desde hace una semana. «Su padre no puede abrazarla y eso es muy gordo», lamenta Esther Casellas, la madre de Josep, que confirmó anoche la buena nueva a La Voz de Galicia.

Para Esther, esta es «una noticia maravillosa y triste a la vez», pero que dará a Marta Carceller, la madre de la criatura, «la fuerza y la energía» que necesita en este momento, si bien otras fuentes consultadas por este periódico aseguran que Marta ha sobrellevado la tragedia con admirable entereza.

«Mi nieta se llama Arlet [un nombre catalán procedente de la versión francesa, Arlette], pesó 4,150 kilos al nacer y, por suerte, todo salió estupendamente y tanto la niña como la madre están fenomenal», se congratula la abuela, que recuerda que «Marta tiene ya otros tres hijos» que serán su principal apoyo en el proceso de «recuperación» que tiene por delante.

El fin de la etapa coruñesa

La muerte de Josep Sabaté y el nacimiento de Arlet marcan un punto de inflexión en la vida de la familia y ponen fin a la etapa coruñesa.

«Así es, vendrán a vivir a Sabadell, donde estamos nosotros y los padres de Marta, con la idea de estar juntos en este momento», confirma Esther Casellas, que explica que la madre de sus nietos valora el apoyo familiar por encima de todo.

De todas formas, tienen que pasar todavía por A Coruña «porque la hija mayor -prosigue- quiere ir al colegio [Montespiño] para despedirse de todas sus compañeras», con las que mantiene una estrecha relación.

También el difunto Josep Sabaté contaba con muchos amigos en la ciudad, en la que residió casi cinco años y donde era conocido afectuosamente como Pepiño. Llegó a Galicia como fichaje de Inditex, aunque desde julio del año pasado era empleado de la textil Esprit.

Esther, su madre, corrobora esa buena adaptación a Galicia: «Él se encontraba muy a gusto en Coruña, y no lo digo porque usted me llame desde ahí, desde luego. La verdad es que mi hijo estaba muy adaptado a la ciudad, y contento porque la gente allí es muy abierta».

Embarazo de riesgo

Marta Carceller se encontraba ya con sus hijos en Sabadell cuando se produjo la tragedia de los Alpes. Un embarazo de riesgo le obligó a guardar reposo, de manera que optó por echar mano de sus padres para que le ayudaran durante las últimas semanas de gestación.

Sus hijos seguían escolarizados en A Coruña, aunque pasaban unos días en Cataluña, con las vacaciones de Semana Santa a la vuelta de la esquina.