Ridiculiza el plan de privatizaciones impuesto por la troika mientras gana enteros la posibilidad de un impago al FMI
02 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El escepticismo dominó ayer la presentación del paquete de reformas que entregó el Gobierno griego para desbloquear el último tramo del rescate por un importe de 7.200 millones de euros. «Aún queda mucho trabajo por delante», aseguraron fuentes de Bruselas tras la teleconferencia que mantuvo el grupo de trabajo de los socios del euro. A pesar de la intimidación política y la presión del tiempo, el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, volvió a dar muestra de sus nervios de acero.
Con un documento de tan solo 26 páginas, el responsable de enderezar las cuentas griegas despachó a los socios y a la antigua troika sin plegarse a sus principales exigencias. Aunque Atenas reconoce que «Grecia es un miembro irrevocable de la zona euro y de la Unión Europea», advierte de que «la viabilidad de la UE y la moneda única está ahora en cuestión». Jugando con la baza de la irreversibilidad del euro, Atenas desafía a sus acreedores y anuncia la suspensión del sistema de ajuste automático de las pensiones que obligaría al Gobierno a un recorte feroz de las prestaciones los próximos años. Varufakis mandó ayer un mensaje claro a los técnicos del Eurogrupo: no habrá acuerdo a cualquier precio. Los salarios mínimos aumentarán de forma gradual y no habrá un solo despido más de funcionarios públicos.
El texto también lanza dardos envenenados a la troika al asegurar que, desde su intervención, los trabajadores perdieron un 50% de poder adquisitivo. Además, ridiculiza el plan de privatizaciones que impuso a Grecia desde el año 2011. «Ha fracasado de forma espectacular», reza el documento que, en cambio, sí respeta las licitaciones abiertas o en curso. No obstante, las condiciones se revisarán «caso por caso».
¿Qué propone Grecia para cuadrar las cuentas? Aumentar los ingresos a través de una persecución sin tregua a los evasores fiscales, el contrabando de combustible y tabaco e imponiendo tasas a los productos de lujo y las operadoras de apuestas online, entre otras medidas.
Los socios europeos no confían en los dirigentes de Syriza y todavía ven lejos la convocatoria de un Eurogrupo extraordinario para dar luz verde a las reformas. La cita más próxima es el 24 de abril pero el día nueve, Atenas deberá hacer frente a pagos al FMI. Si no ha recibido ayuda para entonces, podría incurrir en un impago. Grecia coquetea con Rusia y China en busca de un salvoconducto temporal mientras negocia, pero «Rusia no es una alternativa para Grecia», le advirtió ayer Bruselas.