Mario Draghi critica el lenguaje de Varufakis

La Voz BRUSELAS / COLPISA

INTERNACIONAL

EMMANUEL DUNAND | AFP

El porvenir de Grecia pasa por Berlín, por Bruselas, por Washington y sobre todo por Fráncfort, por el Banco Central Europeo

24 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El porvenir de Grecia pasa por Berlín, por Bruselas, por Washington y sobre todo por Fráncfort, por el Banco Central Europeo. Grecia será lo que quiera el BCE y, a día de hoy, los cimientos para que la confianza se restituya y el grifo vuelva a abrirse siguen siendo muy frágiles, según dejó entrever ayer su presidente, Mario Draghi, ante el Parlamento Europeo. Sin embargo, quiso ser optimista, quizá más por voluntad que por la fuerza de los hechos. «En estos momentos siguen las discusiones y confío en que con buena voluntad se restaurará la credibilidad y el proceso de revisión concluirá satisfactoriamente».

Fueron las únicas palabras de comprensión que recibió el Gobierno heleno, que ha logrado poner de acuerdo a toda la Eurozona en su contra. «La comunicación del Gobierno a través de sus ministros más prominentes (en referencia a Varufakis) se basa en dos palabras: quiebra e insolvencia». Un peligroso mensaje que pone contra las cuerdas a su propio sistema financiero. «Es una comunicación que, si se toma al pie de la letra, debilitaría inmediatamente los bancos griegos y reduciría su colateral. Cuanta más volatilidad crea esta comunicación, más colateral se ve afectado, más se debilitan los bancos griegos y más difícil es para nosotros poder continuar proporcionando ELA (línea de liquidez de emergencia)», matizó el italiano.

¿El BCE volverá a utilizar la deuda griega como colateral, como garantía para prestar dinero? «Depende de las condiciones. Ahora mismo no se dan», apuntó Draghi, no sin recalcar antes que en febrero se vieron obligados a suspender una medida de apoyo que estaba vinculada al cumplimiento íntegro del segundo rescate a Grecia.