El montaje de la peineta de Varoufakis contra Alemania

La Voz PABLO SANGUINETTI | DPA

INTERNACIONAL

Atlas TV

Un cómico alemán aseguró haber manipulado la imagen del ministro griego. Sin embargo, la falsificación era falsa y el montaje se trataba un montaje ya que la confesión era otra broma

19 mar 2015 . Actualizado a las 23:05 h.

El revuelo creado por la imagen de Yanis Varoufakis mostrando el dedo corazón a Alemania cobró el jueves dos giros insólitos. Cuando todos creían que el ministro de Finanzas griego le había dedicado a los germanos una peinete, un cómico «confesó» haberla manipulado. Todo era una broma, o no. 

Toda esta historia se inició el pasado domingo. Durante una entrevista a Varoufakis en el canal público alemán ARD, le enseñaron las ya famosas imágenes que lo mostraban haciendo el polémico gesto en un discurso en el 2013 en Zagreb mientras el ahora ministro explicaba que Grecia debió declararse en bancarrota en el 2010 y «hacerle una peineta a Alemania».

El video provocó toda una tormenta política a pesar de que Varoufakis negó de inmediato en la entrevista las imagenes asegurando que estaban «manipuladas». «Eso no ocurrió», explicó tajante.

Aunque ARD prometió analizar la autenticidad del video, la mayoría de medios alemanes, y el resto de europeos, se hicieron eco de las imágenes dándolas como auténticas. Los más duros fueron los germanos que tomaron las acusaciones de Varoufakis como una prueba de su falta de credibilidad. «¡Mentiroso!», fue el adejetivo que usó el diario sensacionalista Bild sobre el ministro, cara visible de la creciente tensión entre Atenas y Berlín.

La ¿manipulación? del cómico alemán

Sin embargo, cuando la polémica ya se había enfriado, le tocó el turno de dar la cara a un conocido cómico alemán. Jan Böhmermann, presentador del programa Neo Magazin Royale, puso patas arriba la situación al publicar un video en YouTube en el que no sólo aseguraba que las imágenes de Varoufakis eran falsas, sino que también se atribuía la supuesta manipulación mostrando cómo la había hecho.

«Lo siento, Varoufakis. No lo volveremos a hacer», sostenía. El cómico del canal público ZDF aprovechaba para burlarse del resto de medios -incluidos ARD y el poderoso Bild- y mostraba los trucos del montaje, como un actor imitando el gesto de la polémica y detalladas explicaciones de un experto en efectos digitales. «Realmente tocamos una cuerda sensible. Así es como funcionamos los alemanes. Devastamos Europa dos veces, pero cuando alguien nos saca el dedo corazón nos volvemos todos absolutamente locos. Y ya no hay forma de seguir la discusión de un modo objetivo», contaba el cómico al revelar la mentira.

El anuncio no tardó en hacerse viral en las redes sociales y en las redacciones de los medios alemanes. Incluso el propio Varoufakis decidió pedir explicaciones y disculpas a través de su perfil en Twitter; «¿alguna disculpa por haber usado un video manipulado para silenciar una voz griega conciliadora?».

Sin embargo, el asunto no terminó aquí. El problema es que la «confesión» de Böhmermann era otra broma, como revelaron el propio cómico y la ZDF. La falsificación era falsa; y el montaje, un montaje. El desmentido volvió a centrar portadas de la prensa online y fue el primer tema más comentado en Twitter de Alemania bajo la etiqueta #varoufake.

¿Es verdad o mentira la peineta de Varoufakis ?

En una época en el que los medios satíricos y las manipulaciones son cada vez más frecuentes y fáciles de hacer, Böhmermann aprovechó para poner el dedo en la llaga de lo ocurrido los últimos días en Alemania e ironizar sobre el debate en torno a la deuda griega y las tendencias sensacionalistas de los medios. «Jamás pondríamos en ridículo de forma tan desvergonzada el necesario debate periodístico sobre un video con dos años de antigüedad y sacado de contexto, ni a aquellos que llevan a cabo ese debate con tanta seriedad», explicó con sorna el cómico sobre la irrelevancia que el supuesto dedo extendido tiene en la crisis de fondo.

Y es que al final siguió sin quedar del todo claro si el dedo extendido de Varoufakis a Alemania es falso o verdadero. A pesar de la duda, todo el lio sí probó algo bien real: los límites cada vez más difusos de la realidad, lo fácil que resulta manipular un video y la velocidad con que muchos medios caen en el engaño.