La ausencia de Putin dispara las alarmas sobre su estado de salud

La Voz MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

Desde el 8 está desaparecido, muchos días para una opinión pública acostumbrada a verle en la televisión casi a diario

13 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde el día 8, cuando Vladimir Putin asistió a un acto con motivo del Día Internacional de la Mujer, no se le ha vuelto a ver en público. Y son muchos días desaparecido para una opinión pública acostumbrada a verle en la televisión casi a diario. Las alarmas saltaron el miércoles cuando una fuente del Gobierno de Kazajistán anunció que Putin había aplazado su viaje a ese país por encontrarse enfermo.

ALEXANDER NEMENOV | AFP

El portavoz del Kremlin tuvo que salir a combatir los rumores. «No hay necesidad de preocuparse, está todo bien», dijo Dmitri Peskov. Según sus palabras, «tiene reuniones todo el tiempo», aunque ha admitido, sin dar detalles y explicar las razones, que su agenda está sufriendo modificaciones

Putin, que tiene 62 años, no suele apenas enfermar. La última vez que también se disparó la rumorología fue en el otoño del 2012. Estuvo aquejado entonces de «una antigua lesión deportiva leve», según la versión oficial. La prensa concretó más afirmando que era un problema en la columna vertebral agravado tras un aterrizaje accidentado en ala delta. En la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico de septiembre del 2012 en Vladivostok, se le pudo observar cojeando. Los médicos le aconsejaron que evitara viajes en avión de larga duración, por lo que muchos desplazamientos fueron anulados.

A diferencia de su predecesor en el cargo, Boris Yeltsin, Putin se ha jactado siempre de tener una salud de hierro. No bebe, no fuma, es cinturón negro de yudo, monta a caballo, práctica submarinismo, hockey sobre hielo y otros muchos deportes. Exhibirse como un hombre fuerte e intrépido forma parte de su estrategia de imagen. Si la salud no se le quiebra, el exespía soviético podría permanecer en el poder por lo menos hasta el 2024.