Grecia irrita a sus socios 

La Voz AGENCIAS

INTERNACIONAL

JULIEN WARNAND | Efe

El Eurogrupo avisa de que no habrá dinero para Grecia sin un acuerdo sobre las reformas y su puesta en marcha

09 mar 2015 . Actualizado a las 20:46 h.

Bruselas reacciona cada vez más atónita al comportamiento de Grecia y considera más que insuficiente la reciente precisión sobre las propuestas de reformas enviada por el ministro de Finanzas heleno, Yanis Varoufakis.

En el documento de 11 páginas enviado al presidente de Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, Varoufakis propone las medidas previstas por su gobierno para recaudar impuestos, reformar la administración o ayudar a los ciudadanos en medio de la crisis. Una de las propuestas es reclutar a estudiantes, amas de casa o incluso turistas como inspectores fiscales encubiertos. «Esas nuevas propuestas tienen poco que ver con los asuntos que todavía quedan por resolver», comentó secamente una fuente de la Unión Europea. «De las 20 medidas que los griegos tienen que tomar han presentado seis», señaló por su parte Dijsselbloem al diario holandés Volkskrant.

También genera malestar la falta de claridad que sigue habiendo sobre el presupuesto del país. Uno de los empleados de la UE explica cómo recaba información al respecto de la web del think tank europeo Bruegel, en lugar de recibirla de Atenas. Los contactos están atascados y no pasan de la esfera de los expertos técnicos. 

Por otro lado, la idea de Grecia de superar sus necesidades de financiación con la emisión de más títulos a corto plazo (los denominados T-Bills) choca con el rechazo del BCE y la UE. La negativa del presidente de la institución monetaria, Mario Draghi, ha sido especialmente fuerte. «El BCE es una institución que cumple las reglas», aseguró. Y entre ellas está la prohibición de imprimir dinero para financiar a un país. Y precisamente sería eso lo que haría el BCE, aunque de forma indirecta, si ampliase el límite para los T-Bills: los bancos griegos comprarían bonos para depositarlos luego como garantía en el BCE a cambio de liquidez. «No podemos hacer eso», advirtió Draghi.

En tanto, Atenas parece estar perdiendo la última confianza que le quedaba ante sus suministradores internacionales, que piden el pago por adelantado en los pedidos de empresas griegas. «Si esto se prolonga dos meses más, tendremos problemas», advirtió el presidente de la asociación de pequeñas industrias (ESEE), Vassilis Krokidis.

Atenas no quiere aceptar que el resto de los créditos de sus socios internacionales no llegará hasta que ponga en marcha las reformas y lo acordado en la prórroga del programa de ayudas. Como consecuencia, la situación está paralizada. «Se está perdiendo tiempo que necesitamos urgentemente. Eso ya no es comprensible», afirman diplomáticos en Bruselas. Desde que Syriza llegó al gobierno, no ha pasado un día sin declaraciones desconcertantes por parte de Atenas.

Reiniciar las negociaciones

El nuevo Gobierno griego ha aceptado finalmente durante el Eurogrupo de este lunes reiniciar las negociaciones con la troika (formada por la Comisión, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional y que ha sido rebautizada como «las instituciones») este miércoles en Bruselas y en Atenas con el fin de pactar las reformas exigidas a cambio de desbloquear un nuevo tramo de asistencia financiera.

«Hemos acordado que no hay más tiempo que perder. Las discusiones entre las autoridades griegas y las instituciones empezarán a partir del miércoles», ha anunciado el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, al término de la reunión. «Las discusiones con las instituciones tendrán lugar en Bruselas y en paralelo, y en la medida en que sea necesario, equipos técnicos de las instituciones serán bienvenidos en Atenas para apoyar esta evaluación también desde el miércoles», ha agregado.

El jefe del Eurogrupo ha pedido al Gobierno griego que colabore «estrechamente» con la troika y cumpla su compromiso de «no tomar medidas unilaterales ni revertir medidas previamente acordadas». «Hemos pasado ahora dos semanas discutiendo quién se reúne con quién, dónde y con qué configuración y es una completa pérdida de tiempo», ha criticado Dijsselbloem. El nuevo Gobierno griego había rechazado hasta ahora a la troika como interlocutora, lo que ha impedido que comiencen las discusiones.

El jefe del Eurogrupo ha reiterado que es posible introducir «algunos cambios» en los ajustes exigidos a Atenas a cambio del último tramo de 7.200 millones de euros del rescate y que el nuevo Gobierno heleno puede sustituir algunas medidas por otras, pero ha dejado claro que el resultado final debe garantizar el cumplimiento de los objetivos presupuestarios y en materia de reformas.

Los acreedores de Atenas (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) acordaron una prórroga del rescate financiero por cuatro meses del programa de rescate financiero del país. Pero a cambio, las autoridades griegas debían presentar un programa de reformas que obtenga la aprobación de sus acreedores antes de fin de abril. Esto permitirá desbloquear el último tramo del programa de 7.000 millones de euros, en suspenso desde hace meses. «Para cerrar el (...) programa tenemos que saber dónde estamos», dijo por su parte el ministro de Economía español, Luis de Guindos, al llegar a la reunión, estimando que «lo ideal» hubiese sido que los servicios técnicos de los acreedores de Atenas hubiesen podido ya iniciar su trabajo con el gobierno griego.

La lista presentada por el ministro griego Yanis Varoufakis «es bastante detallada y precisa. Fue validada por las instituciones (los acreedores) y aceptada por el Eurogrupo. Ahora hay que ir más al detalle», dijo el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici. 

El futuro de Luis de Guindos

El ministro De Guindos, cuyo nombre ha sonado en numerosas ocasiones como candidato a la presidencia del Eurogrupo, reiteró hoy que pone su futuro en manos del presidente de Gobierno de España, Mariano Rajoy. «Como ya saben ustedes, yo haré lo que diga el presidente del Gobierno», dijo De Guindos a su llegada a la reunión de ministros de Economía y Finanzas, al ser preguntado sobre si presentará su candidatura para presidir este foro.

Momentos antes, el actual presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, afirmó que aún queda tiempo hasta julio, cuando expira su mandato, para tomar una decisión respecto a su propio futuro.